Estáis y se agradece

29/9/14

Saber más no nos hace falta

Foto: alattkeva -Cartagena-Esp/2014.

Andamos por las mismas calles sin perdernos
y caminamos por los pasos que ya dimos,
sin precisar las tantas veces
que no supimos mirar los mismos rostros,
¡como quien mirase un mismo escaparate!
Nos rozamos a diario también en muchedumbre
pero somos uno más y, aglomerados,
vamos en la piel de todos los que sueñan
como dioses divididos y engreídos
para perdernos en el tiempo para siempre.
¡Aún seguimos creyendo que algo somos,
sin ser nada!
Y, encima, en mitad de la tormenta
gastamos tanta energía buscándonos
que, cuando nos encontramos a la vida,
es tarde para abrazarla y reconocer
que nos perdimos lo mejor de cada uno,
disperdiciándola...
Nos doblega el sentido de la forma
y la forma acaba con nosotros
o, ¿es la actitud de exponernos ante otros
para exhibir solamente nuestra imagen,
arropados en los ecos de distancias?
-¡Quién nos conoce! -Nos decimos...
Y, acallando el ruido de la caverna interior,
nos duele estar sujetos a la carne de los cuerpos
que sólo entiende de quejumbres,
y, así, vamos por la vida cautivos de lo mismo
en medio de tanta muchedumbre,
buscamos otra luz que no nos hace falta.
Que extraño sentirse iluminado
y apagarse obviando la razón para entenderse.
¡Ah, pero la vida palpita tantas veces
por lo que ocultamos dentro, porque hay temor otros oleajes
y marca los rostros con sus surcos ya sin siembras, 
los que nos esperan y bostezan memorias ante el espejo!
Sabemos que arrastramos un arado,
pero seguimos repartiendo, posesos, la esperanza.
¿Creemos en ella todavía?
La que heredamos y heredarán los hijos,
los que ahora ríen y no saben del tiempo que se escapa
pero aún repiten éso: "sois unos pesados".
Y sus emociones serán como las nuestras
nos les haremos falta,
para entender la vida.
Susurrantes, los pensamientos callan
ante los murmullos que se lleva el viento
y es que somos del silencio, a cierta edad, agua bendita.
Pues, callar es bueno, enmudecer nos falta,
pero hacemos homenajes sin memoria al rito de la sangre
desafiando "lo que se da y no se quita a santa Rita".
Al final, en la erosión de los cuerpos, desmemoriados,
fluye la vida arrumados en el fondo de otras almas,
pocos piden que se hable del árbol y sus raíces
pero están encantados de coger el fruto.
Saber más, no nos hace falta.

A. Elisa Lattke V.

1 comentario:

¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.