Estáis y se agradece

18/4/15

¿Que me das? (Delirios del alma) -Taller de Letras-

*Juego erótico-Taller de Escritura creativa.

¿Qué me das que no te dé
que por darte te mantenga
dando salud, me convenga
a la razón de mi fe?
Sabiendo lo que ya sé
de ese cielo que se aguarda,
si eres ángel de la guarda
o demonio de un sentir,
¡pues debo saber vivir,
con la muerte que acobarda

Así...caminando voy...
con la mente visionaria,
y luces de candelaria
por lo caminos del hoy.
¡Si es que no sé ni quién soy!
¿Qué me das, amor inmenso
del gozo que me dispenso,
si hay un silencio sonoro
con mil versos como el oro,
y levitando te pienso?

Poseída de tu sombra
eres resplandor remoto,
reflejo donde me agoto
del cielo que ya te nombra.
¡Ay!... ¿Dime si no te asombra?
¿Qué me das dolor eterno
del placebo del averno
por la verdad que callamos,
sin la luz donde miramos,
si ya me agota el invierno?

¡Qué me das que nunca pude
acariciarte y tenerte,
para sentir otra muerte...
pues con pensar, no se lude!
Mas bien el alma da ardor
yendo a cita consentida
a ese gozo de la vida,
apagando su tormenta,
la del cuerpo y que contenta,
sintiéndose complacida!


A. Elisa Lattke V


2 comentarios:

  1. Bonitas décimas de ese ejercicio literario del Taller con esa sombra alargada, "Teresiana" y de "San Juan de la Cruz", que planea sobre los mismos.
    Un abrazo y feliz domingo.

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  2. Saber decir con poco. Expresar con delicadeza y con sutileza, es trabajo ardoroso. Bien escritas éstos décimas de fino y cuidado erotismo.
    Abrazos querida Elisa.

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.