Estáis y se agradece

POR NO DEJAR ESCRIBO - A.Elisa Lattke Valencia


En lo profundo de mí

En lo profundo de mí he dejado una puerta abierta,
también dejé el corazón girando por mi cerebro.
De pronto quiero conocerte nada más
para dejar solamente de imaginarte,
pues el aire que respiro sabe de sus recuerdos.
Y, en lo profundo de mí, se ha dormido algún secreto,
con el tiempo que me trajo abrazado a la memoria.
...
Oh qué tiempos de estalactitas
que me acompañan de nuevo...
¡Sigo durmiendo en la cueva
con el oso del silencio! 
        
Sin cuerpo para amar

Piso mis sueños profundos
de este lado del recuerdo,
¡oh, amor, dónde andas
por este espacio del sueño,
que quise acariciarte
y sólo abracé las rocas
que cobijaban mi cuerpo.
Nunca sé si sigo viva
o me velan en un templo
¡Ay del amor verdadero
mortaja de mi esqueleto,
para que sepas de mi alma
hay que seguir muriendo!

Estaba dentro de ti,
era fuente que manaba
eras luna de mis noches,
una estrella plateada.
¡Estaba para quererte,
en aquel lugar extraño
donde doblaban campanas
sintiendo el amor eterno
sus notas nos desbordaban.
Furia de mis pensamientos
nuestras  ánimas temblaban.
¡Eras tú mi mar de mares
los vientos se enarbolaban,
eras latido de amor
en olas que me lloraban!

***

Necesito hacerme de los helechos y sus esporas
y renacer de nuevo, ser orquídea con mis raíces
que anudan al árbol del sentimiento.
Parásito vegetal reviviendo a la luz de tronco nuevo.
que la palabra me ensalme con la magia de un insecto,
que se alimenta del polen que halla en todos mis versos.
Pero seré sueño de musgo, un sueño de helecho,
un sueño de hambre que me cubrirá de besos.
Esa sed del agua y la sal vuelve inundarme el pecho
en esta cueva profunda donde lloro y te siento;
donde me trae el viento tu aroma
que esparce por mi cerebro.
¡Oh, qué tiempos de estalactitas
que me acompañan de nuevo
¡Y yo, dormida aún en la cueva!
piso mis sueños profundos
de este lado del recuerdo.
*


A. Elisa Lattke V.

2008
Cambio (Sonetillo)
Queriendo nacer de nuevo
se me olvidó la manera,
y me engendré en una fiera
sin ser pichón de mi huevo.

Fortuna será, si atrevo,
la piel que luzco en pantera,
exponiéndome a que muera
para oportuno relevo.

Es cuestión de ser sagaz
y conseguir la licencia
para vivir de rapaz...

con las alas de prudencia;
que faciliten mi paz
echándole astucia y ciencia.


Elisa.
Celo...


Cuando te pienso lloro...
Mis manos toman forma de caricia
mi cuerpo se estremece y se hace llama;
me sorprenden mis manos por el lecho
que estrujan la tersura de las sábanas,
con su gesto de sombra y de vacío
detenido al otro lado de la almohada.


Se es campo una vez, siembra y espiga,
se es río habitado, agua corriente
y, ahora un lugar propio.
Tierra de nadie...
La yerma tierra donde crece nada.


He estrujado las sábanas del día
y me he dormido en el regazo de la noche;
al alba las estrellas ya se iban
y las horas caminaban por mi frente
a través de otros besos, hoy ausentes.


-¡Mujer de cieno, pariste tus semillas,
toma la rosa y sus espinas;
recoge tu regazo y duerme!-


Elisa Lattke
¿Qué es el tiempo?
Agost—08 Elisa Lattke
(Monólogo de mi ayer y hoy)


¿Qué es el tiempo? -me dije de repente-
Y escuché por mi pecho campanillas,
el corredor me llevaba presurosa
al jardín de oración todos los días.
¿Qué es el tiempo? -me dije, sin respuestas-
Y percibí aroma de las flores,
los pájaros cantaban a mi lado
y sauces envidiaban sus colores.
¿Qué es el tiempo? -pregunté de nuevo-
Y un anciano me enseñó sus manos...
La oración de sus tardes de trabajo,
que dejaron las huellas de sus años.
Cuando quise saber de mis preguntas
el tiempo lentamente había pasado,
un espejo devolvía a mi rostro
respuestas a la joven, que hizo antaño.
El corredor de vida ya se estrecha,
ya no lleva al jardín de mis ensueños,
pero es el alma que viaja a su pasado y
le devuelve la dicha de otros sueños.

Ahora, en mis tiempos de nostalgia
cuando aroma la vida con su abrazo,
deposito semillas con palabras
y las riego con fe de cada lágrima.
Mas... no dejo de lanzar preguntas
que la vida recoge por los suelos,
son migas que caen de mi regazo
y alimentan las aves bajo el cielo.

...
¿Qué es el tiempo, Señor, que ya me voy?
...¡Si los *mirtos regalan su perfume
y repican campanas en mi pecho,
cuando hay alma que tiende noble mano,
anudando una oración sobre mi lecho...
¿Qué es el es el tiempo Señor?
...Me he enamorado, y...
¡Va pesando la bóveda celeste
cuando aún se estremecen unos cuerpos,
floreciendo el amor entre sus labios!



A. Elisa Lattke V.

*
"Eau de parfum Mirto
El Mirto es un arbusto con pequeñas flores blancas, típicas de las islas y de las montañas del Mediterráneo.
Es en Córcega, la “isla de belleza”, que el agua de ángel es destilada a partir del mirto salvaje. Muy apreciado por las mujeres de Córcega, esta agua aromática revela una increíble suavidad sobre la piel, dejándola delicadamente perfumada."
_________________*
Es que...


Es que...
no quiero contarte que me dejo en las manos más palabras,
las que no te digo, las que arden, las que temo,
las que quiero decirte a los oídos,
las que no quiero que desborden calma;
que ahoguen un amor que siento por nombrarlas.
Porque no quiero sentir que se asfixia mi garganta,
que pierda en estos vuelos que temo, mis dos alas.

Y las pierdo de alguna forma al enjaularme;
a dejarme morir sin tu alimento...
Si supieses lo que pienso,
... maldecirías las sienes revueltas de mis canas.
Extenuado de pensarte me quedo dormido,
rezando una oración para mi alma.

Es que... no quiero que sepas que me dejo
un montón de persuasiones y... estas ganas,
dando demasiada importancia a todo ello,
cuando sé quién es el mayor déspota que domina las espaldas.
No, no quiero contaminar el más puro amor que llevo
y me quedo callado; mas, cuento más de lo que pasa...
lo que añoro de tu abrazo que me falta...Y pienso:
-Será, que no será así si tú me abrazas-

¡Es que...
no quiero, no quiero, amor,
que me jueguen a los dados las tres parcas!!!


Elisa Lattke en: "D. Anselmo"
08
MI HOY


Hoy me he quejado del calor que hace…
Sin embargo la brisa fresca de la tarde acudió a su cita;
así es todo, una queja sin descanso
que nos lleva a no sé donde.
Delirios y deseos que se cuelgan cada día por ahí.

Hoy, he escuchado a los grillos cantar en mi jardín
y me ha gustado sentir su vida en mí…
Me he dado cuenta que era yo luz de luciérnaga
y he tenido temor a perderla... ¡Qué haría sin mis ideas
cuando alumbro oscuridades!


Hoy he sentido los pasos del silencio acercarse;
no hice ningún ruido, pasaron de largo y muy cerca…
pero una simple hoja se atrevió a caer, asustándonos.
¡El amor y yo estábamos besándonos!


Así he pasado las horas de un lánguido día
consumidas en el frenesí de los sentidos.
¡Qué cansancio se tiene después, cuántos suspiros!


Y esa brisa fresca invadiendo mi estancia,
¡qué osada y atrevida!
Desnudándome toda, jugando con mi cuerpo y mi cabello;
me gustan sus caricias...
La noche es larga, los grillos cantan;
qué bueno que la brisa y yo durmamos juntas…
...Y el amor de almohada.
Y los grillos ahí en su concierto arrullarán la noche.
Lúbricos se acercaron mis sueños y no me di cuenta…

¡Estaba dormida!

(Mañana, el sol despertará estas ansias de vivir de nuevo.)

*

A. Elisa Lattke V.
_________________
Con motivo del trágico accidente de la T- 4 en Barajas:
MANSEDUMBRE
(Ante la muerte)


Me arrodillo ante la muerte...

Breve es la vida, amigos,
y nos sentimos náufragos en ella,
cuando nos rodea el mar en este pedazo de tierra.
¡Estamos solos frente a la inmensidad!

Leve luz que al horizonte lleva, deshaciéndonos los sueños
allí donde reina en un punto una esperanza...
¡Un punto! Y cuánto más miro a ese punto
creo que aún todo por ser bello, es menos justo.
Unos cuantos segundos significan:
Una razón para sentir de nuevo.

El concepto de 'Eternidad' no debe espantar al amor
si es una entelequia...
-Ella, mi alma, me lo cuenta todo.-

¡Tú, siempre dentro de mi ser
jugando al escondite;
y yo aún adivinando, ...te deduzco!
No sé si este es mi oficio... cuando escribo
-¡tengo otros!- ¡pero es un desperdicio de palabras!
Cuando callas, cuando entretejo estos versos como un juego,
y te los pongo en tus manos todos ellos;
sin saber que se humedecen con tus lágrimas.

¡Pero callas! Me borras los renglones, se escapan las palabras
y, doloridas de muerte, no se atreven a volver por mi regazo;
...atrevidos son mis versos y falanges
cuando quiero sentirlos todos ellos,
cuando explotan las ideas que llevo entre mis manos,
¡cuando veo la vida irse en un momento!
¿qué quieres que te diga?
Ya sé que tu silencio sin arrojo
me vence hasta el coraje de no dejar ver mis ojos...
¡que te miran!

Es preciso seguir viviendo, ¡qué más da morirse a cada rato,
cuando vamos diciendo las cosas que vivimos,
con este Verbo mayor y este mío tan pueril y tan novato,
que me doblega ¡a sentir la inmensa pesadumbre de lo creado!

¡No sé qué te digo, si la vida a cada rato se nos mata!


Elisa Lattke en: D. Anselmo
DESVARÍO


Te soñé que eras flor y te cerrabas...
Un deseado huésped de un albergue,
Me atraía el estambre que se yergue
en corola de néctar que me dabas.

Soñé que eras flor que me abrazaba y,
palpitando llorabas sentimiento;
y yo, el ave, golosa en su elemento
libaba con fricción y me besabas.

Y aquél es el jardín, regala esencia,
donde más brilla el sol, sentí tu pecho,
repitiendo mi nombre por tu lecho
Ay, llorabas, mi flor, por tanta ausencia!

Reclamando mi canto me querías
presintiendo un alborozo en tu rama,
exhalabas aroma de su flama,
...e imaginé los vuelos que pedías.


Soñé que eras la flor que me esperabas
y morías sin mí cuando soñabas;
siendo yo para ti lo que anhelabas
y quisiste esperar... porque me amabas.

...

¡Soñé... que eras mi flor enamorada
y sentí que en mis vuelos te perdía,
ya no pude cantarte, se moría...
este vuelo de sueños de alborada!


Elisa Lattke en: "El Ruiseñor"
-8-08
Amigos:

Ardiente corazón que aún nos late
y descubre secretos que pondera,
entristece la vida y sus silencios
favoreciendo lo que no se espera.

¿Por qué, -dime amigo-, no es hasta bueno,
ir contando a la vida lo que amamos?
-sin saber si somos correspondidos-
Un disgusto también nos evitamos.

¿No es mejor ese silencio temeroso
que luce zapatillas por renglones;
muy discreto se ajusta sus palabras
y no tiene que huír sin pantalones?

Estamos atontados con los sueños,
nos elevan por un cielo imposible
Sin alas pretendemos hacer 'puenting'
y vamos 'al porrazo' ineludible.

Cabisbajos, retóricos e idiotas
sacudimos tristezas y alegrías;
reparamos el alma con los versos
y juramos nacer por cada día.

...

Mi consejo es muy sencillo y efectivo,
me lo aplico y no falla en alma rota...
En lugar de subirme en un olivo,
¡uy! ...me da por hacer punto pelota.


Besos de Elisa. (Aquí intervine el espíritu de Ranita Azul)
Con sed...


Si surgiera como agua, beberías...
de mi boca este verso requerido,
consumiéndome en ese sinsentido
que se teje en amor cuando imagino...

Como sabes que yo te pienso tanto,
que de pensarte así... me falta aliento,
porque sé que también tú piensas mucho
y por pensar así... ¡Amor, te siento!

Porque esto del versar se nos antoja
que sólo es una triste paradoja;
como un vicio que 'coloca' y enajena...
-¡Ay, vivimos de sueños que nos llenan
damos tristeza y, acaso, mucha pena!

Y somos como arañas tejedoras
hilando amor en rueca por el verso,
permanecemos siempre por las nubes
soñadores de estrellas de universo.

Si supieras que miro ya lo escrito
y compruebo palabra entretenida...
¡Oh, me hacen daño, me abren las heridas
abrazando con ansia sentimientos!

¡Cuánto pienso! ...Me siento avergonzada
por los versos que voy entretejiendo,
porque bordo mis sábanas del tiempo
durmiéndome por fin a la alborada.

Qué tristeza escribir tantas palabras...
¡Si es que nos dan pasión en las entregas,
y, contentos, quizá con la sonrisa,
pensemos que sí somos moraleja.
Porque puedo ser la amante que abraza
o, amiga fiel y dulce compañera;
y un suspiro candente que te besa
con aroma de flor de enredadera.
...

He bordado mi ajuar y mi mortaja
tejiendo muchos versos con palabras,
consiguiendo el jergón para dormirme
en el ardiente pecho de unas llamas.
¡Allí te esperaré cuando amanezca
y sienta que tu llegas y me abrasas,
que tu fuego será lo que yo espero
y llamaradas los verbos que me hablan!

Lo siento, amor, dime lo que prefieres:
¡Ser mi amante real..., agua que bebo
de infinita palabra y compañera,
que necesitas versos cuando quieres!


Elisa Lattke

HABLO POR TI...

Yo no sabía... hablar de mí, ahora.
Ni del dolor nuevo que podría estremecerme
hasta el punto de agotarme los sentidos.
Pero hablo por ti....
Porque cuando te empecinas,
me trituras los huesos de las horas;
y cuando yo te sorprendo,
te salva el aliento de mi risa.

Yo no sabía... que el amor era así...
Que hila insomne la noche
en la urdimbre de los días
y que, cubre con su tejido el frío de los cuerpos
cuando viene a mi cuarto a oscuras,
con la bruma del tiempo transcurrido.
Es que tu sombra es tantas cosas que digo
que las piedras se calientan con el fuego de mis ojos;
y, el río se desborda si sumerjo pensamientos.

Quiero la mística impecable de tu plácida fe;
pronunciar tu dulce nombre en lo alto de los valles,
y, abajo en la hondonada que se escuche
el eco... como gaitas...
¡Que retumbe la erre del amor como un cañón de guerra!

Tu nombre es tantas cosas guardadas en mi pecho
que me duermo al alba suspirando contigo,
descubriendo pinceladas de color ,
las del sosiego donde recuesto la cabeza
quedándome dormida, porque te dejo en mí,
en la grieta de mi árbol, resguardada;
en mi pecho donde anidan las aves de mis sueños.

Y, mañana, dile al buen sol que me despierte
que necesito sentirle por mis huesos
para saber que estoy viva para amarte,
para saber que te encuentras a mi lado
porque sus rayos nos hieren las pupilas.
¡Aún necesito la vida... y abrazarte!


Elisa Lattke en: "D. Anselmo"
2008-08-07
Árbol interior (A mis hijos)
Te diré que en este después de tantos días
tengo retoños nuevos,
que las nubes despejaron
en ese afán de disolver la angustia
pero siendo ramaje en lo alto.
Con la esperanza foliar que se renueva y mezcla
con el viento batiendo mis ideas,
pero también con el compás de sentir
la vida en mecedora.

Sin embargo, a veces, me martiriza el tiempo
con el delirio de disfrazarlo dibujando sonrisas;
que no noten qué llevo ni qué pienso...
¡Así, cuando te escribo,
qué poco pesan las palabras por los versos!

A veces, también, esta esperanza se arroja al vacío,
bordea el temor asomada al precipicio... ¿Presiente?
Me cuesta ver que sigues apuntándome en las sienes
con tus dedos... y los ojos llenos de lágrimas.

Si te dijera que los caminos tienen prisiones
-¿me creerías?- y que en los pliegues del espíritu
se aposenta la sed de todos los silencios...
Seguro que dibujarás también sonrisas.
-¡Recuerda que nos delataran los indiscretos
capilares de las comisuras!-

Sabes que tu boca me incitará a la mirada muda,
a la evasiva palabra que en estos renglones
la despojamos de vida y desnudamos,
con esa dulzura febril del alma, tan necesaria.

Hoy –lo sé- no he depositado la flor en tus manos,
pero se estremecen las cuerdas insonoras de una garganta.
Y en la catedral interior de este árbol que aún respira,
que conoce de la savia del mundo,
aún se escuchan los pasos de mis sueños.
 Mas no temas cuando sólo se alargarán mis dedos
intentando secarte alguna lágrima;
pero no podré permitirme el lujo de tenerlas
cuando en el altar mayor de mi pecho, tú, te consagras.
He sentido tu cuerpo doblegarse porque sabe y me conoce...
Sí, soy palabra en la boca, pero con un corazón apretujado.
¡Antes, deseo que el sol me arda en las arenas
quemándome este viejo músculo que aún late;
que no me rompa la cita con el abismo,
...cuando se abrace a la tierra.

¡Oh, Dios mío, me han florecido todas las raíces!

Elisa Lattke

20-jul-08
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A.Elisa Lattke V.

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.