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28/3/14

Amor de lunas

 
La galaxia 'M81'

Me he dejado una estrella en algún sitio,
dos lágrimas, la flor y las palomas;
un poema sensible en un suspiro
abrazado en el libro por dos hojas.
Pero eras tú el dios que me buscaba,
la promesa del sueño más amado,
eras tal vez sistema planetario
mi tierra del amor jamás sembrada.

Un mundo majestuoso de esperanza,
un deseo germinando por los labios,
como entrega en la voz de mis poemas,
sintiéndote lo mismo que un adagio.
Componías palabras por estrofas
con música de amor en pentagrama;
un ser de luna para oscuras noches
un nosotros de sueños por las sábanas;
¡Un único sistema planetario
nos giraba besándose en galaxias!

Te has ido, mi Ser, lejos de las noches
y las playas de ayer están desiertas,
ya sólo habitan los cangrejos sordos
una luna suspira sin estrellas.
Pero yo, navegante sin la barca,
sin puerto y faro, náufrago a deriva
mecido por las olas de los tiempos
en sueños del ayer que te acosaron.
¡Oh, estrella de mar te quise luna
enredaron tus redes y arrastraron,
las playas de ayer están desiertas,
…y una luna suspira sin estrellas.
Y yo, el navegante sin la barca
sin puerto y faro, náufrago a la deriva;
… ¡pleamar de mi ser lo fui en tu cuerpo
como sima abismal de mi ventura!


Elisa Lattke en: “Don Anselmo”-3/0

Las ranas saben, los hombres piensan, el aire lleva, los sueños quedan; mas un silencio todo lo encierra. (Elisa Lattke-09)

20/10/13

Mar de lunas azules

Foto: alattkeva (La Manga/2012)

Mar de mis lunas azules
mar de mis tiempos anclados,
dulce mar de mis sembrados
vaivén de versos ondules.

Por mor de todo acumules
desgastes por tus mareas
vaivenes por las bateas
rizas mares y bautizas,
dejando ver las balizas
de piélagos que rodeas.

Mas el viento sigue atento
del mar casi no despega,
permitiéndose una friega
con arena exfoleante.

Consejero y vigilante
de una luna entristecida,
cansada, sola y herida
reducida a su ensenada
donde se atraca el amor;
pero cambia su fragor
y lo lanza en marejada.

Cumbres de vientos azules,
mares en rocas tallados,
aguas sois de los calados
en las naves que tripules.

Escudo de azur y gules
coronado por la rosa
en vuelo de mariposa
libando la flor del cielo;
embrujo de tanto anhelo
y del silencio su celo.

Fin eres de la existencia
y de quien muere pensando,
que sin ti y agonizando
es más dura la sentencia.

Hay beneficio en tu ciencia
aguantando muchos males,
y aún perdiendo cabales
"vives sin vivir en mí..."
¡Pendientes todos de ti
por valorar tus caudales!

Mar de lunas azules...
Mar de mis tiempos anclados...
Dulce mar de mis sembrados
vaivén de versos ondules.


alattkeva en: "Don Anselmo"

31/8/13

Será una vez…




10 de septiembre de 2013 a la(s) 15:10

Será una vez… que todo recuerdo medite
y sienta el vacío por llorar la lluvia;
tus pasos y míos avanzando en ella
y el eco en el suelo por la acera húmeda.
No encuentro palabas de helechos de vientos
ni siento mis pasos por esos caminos,
ni el bastón del tiempo seguro en la brisa
cogida a mi brazo, caminar conmigo...
El canto en los techos que por suerte mía
arrullaron llantos de algunas mañanas,
en esos palomos tan enamorados
hinchaban sus buches con sus notas blancas;
donde el sol me dijo que amabas el bosque
donde cada día, por el me buscabas…
Me lo dijo el roble, contándole al sauce
que el amor, sí dura , se lo debe al alma.


No encuentro tus ojos mirando la vida,
ni tu mano cálida asida a la mía
ni el beso en mi frente y tu mirada triste
en tus verdes ojos de hermosas pupilas.
No escucho un vuelo ni el silbo del mirlo,
las ansias de ánima de amor floreciendo;
la brisa en tu pelo ni el canto del grillo
ni tampoco un sueño que estaba sintiendo.
Pues no era la ausencia de infeliz martirio
si Dios siempre cuenta por cada silencio ;
por eso tú callas, por eso yo te hablo
¡y el mudo destino vocifera al viento…
me devuelve a voces furioso y altivo
lo que te enmudece lanzando sus versos!

Será una vez… la fragante nostalgia
un roce de rosas y estremezca el alma.


A. Elisa Lattke V.

16/6/13

Íntima fe


En el fondo del alma yo he sentido
las palabras mestizas en mi pecho,
resbalando en la lluvia por el techo
del hogar que me diera otro sonido.

Un camino llevando al horizonte
unas sienes de nieve en mi paisaje;
ya no llevan lo mismo que me traje
pero atrae el aroma de otro monte.


Una entiende la bruma que desprende
el caudal que revuelve la galerna
y las almas sin faro y sin linterna,
sólo buscan amor que las enciende.

Mas la íntima fe siempre sostiene
a quien siembra con sed y tiene acierto,
en  la fuente de versos de un concierto
ofrecida a quien sabe a quién sostiene.-


A. Elisa Lattke V 

7/6/11

Chispa de pedernal

El oscuro pedernal de la palabra
extrae su brillo y me ilumina
da nuevas sensaciones,
moldeando la vida y sentimiento desde el óvulo.

Me reconoce el tiempo
vigilando vivencias;
me sabe de la fría roca de mar
y del barro cocido,
el me encumbra en el tepuy
como una extraña especie.

Este oscuro pedernal me habla en cada chispa
mientras se escapa el tiempo.
Le siento en lo que nunca me devuelve
a pesar de avivar rescoldos de amor,
haciendo que sienta su encendido
en el fuego maleable
crepitando en la sangre,
¡y el me sabrá del viento llevando mis cenizas!

Esa ingrata chispa de oscuro pedernal
ilumina mi corazón y me ha querido,
abarcando mi ser en un puñado de palabras.

Elisa en "Don Anselmo"

7/3/11

He vuelto en sí...




He vuelto en sí
para imaginar las flores
y el temblor de sus tallos
resistiendo la tormenta.
He vuelto para imaginar un vacío
que deja la falta de esperanza
en la acuosa mirada  vigilante
y por sus cabellos, el viento enredándolos
con su ceremonia de mi travesía llevando la luz...
Imaginemos a otras vidas  sin la mía
en el perfil de un sueño
y el rostro de los astros
en la serena quietud de Aquél que escucha
y tú y yo, ¡buscándose en en el aire cuando falta!
Pero siempre allí en la ruta de una mirada triste 
dibujando el borde de unos labios.
e imaginando reflejos en el agua. 
¡Será verdad que no mienten las estrellas!


Elisa
7/3/2011

21/2/11

Responso




Un instante dedico,
sentimiento y suspiro
a mi tiempo que mide
tanta vida salobre.
Es de paz noble y dulce
descendiendo de ojeras;
por quedarse en los labios
el temblor que sentía
en el culto a una estrella
Esto pasa  a la vida
si hay tristeza absoluta,
cada lágrima anida
como trémulas gotas
sin abrazo y caricia.
-Aunque instantes abruman
sin llegar a la losa-.
Soy recuerdo guardado,
lo que fui ya no existe.
Porque sólo se queda
por el pecho fundido
y en la sangre se lleva
sentimiento que ha sido,
el que siento y me diste
y dejara sus huellas.

Mi plegaria en mi sangre,
quiero en mí lo esperado,
pero no en lo sentido
sí  dolor en lo dado.

 Elisa

22/11/10

Era Eyes of Eternity



Y sé que me convidas al descanso,
cansino amanecer de madrugadas
a diálogos de lunas que no brillan,
al alfeizar del cielo en que divagan.

Y sé que me escribes algún poema
a escondidas del mar entre la espuma,
con coro de luceros que te cantan
lo que guardas de amor entre la bruma.

Y sé que me llamas tú y nunca olvidas,
caminan sentimientos la distancia;
que sientes encogerse el alma
cuando trae la brisa una fragancia.

Y me sigues cantando despacito
cuando la tarde sale de paseo...
Al volver es la noche que te abraza,
envolviendo consume tu deseo.

Elisa

21/10/10

El Bosque Encantado / Musica: Tara Verde Mantra


07 de febrero de 2009
Oculto en una pequeña aldea de Victoria en Marysville, sudeste de Australia, se encuentra un mundo mágico donde el escultor Bruno Torfs lleva 25 años contribuyendo con su obra a combinar la belleza de su arte con la belleza de la naturaleza que lo rodea. Nacido en Sudamérica, a los 15 años su familia emigra a Europa en busca de nuevas oportunidades. Sus continuos viajes, a veces solo y a veces con su mujer Marleen, van formando la personalidad del artista, que la va reflejando en forma de cuadros y esculturas. Después de varios años de vivir así, Bruno y su familia deciden irse a Australia para crear un jardín con sus esculturas que sea a la vez una atracción permanente. Tras encontrar el sitio ideal en la pequeña aldea en cinco meses consigue abrir el parque al público. Bruno comenzó con apenas 15 esculturas y a día de hoy se pueden encontrar más de 150 y continúa añadiendo algunas cada cierto tiempo. Se ha quedado a vivir allí con su familia en ese espacio de selva tropical que el compró para poder vivir también con sus obras.

Tara Verde, Buda femenina, madre de todos los Budas: es la que ayuda a alcanzar la otra orilla y que nació de una lágrima vertida por Avalokiteshvara, el buda de la compasión, del cual ella es una emanación. Hay 21 manifestaciones de Tara.

OM TARE TUTARE TURE SOHA