Ese dulce fluir

Oír tu voz se antoja fuente eterna,
como de ese dulce fluir que maravilla
a estos lodos en que se anhela todo
y Alfarero se encarga de su arcilla.

¡Ah, del barro imperfecto y alquilado!
El pagador ajeno al que le cobran,
esos otros que viven acechando
su miseria del mal dando sus sobras.

Engañando con astucia a la justicia
los infames corruptos en las sombras,
van dejando secuelas a otras vidas
castigando futuros que no escombran.

Sé que en el barro, tu dolor es mío;
que sólo Dios pone límite y medida;
la ansiedad se refugia y surge dentro
la fe del amor ya coexistida.

Elisa

Sinfoni et Nox

Si mi luna me escribiera
con escritura de plata
mientras peina sus cabellos
y se acomoda su falda,
yo sería muy feliz
asomado a su ventana
viendo que los recoge
con un lazo a sus espaldas.
Y para ser más coqueta
se refleja sobre el agua.
Pero ella pasa callada
desdeñosa en sus alturas,
y sin saber del que mira
se ufana de su hermosura.
¡Ay su sonrisa que quiero
en su pasar de silencios
¡Ay su blanca palidez
como un ángel con salterio!

Elisa

ERNESTO CORTAZAR - It was love at first sight ( Y un poema)

Un trazo al tiempo...

Acaso piense que el amor se plasma
en vida dibujada sobre un lienzo;
puede que se reflejen mis comienzos,
en pigmentos, sustancia en citoplasma.

Pero sí creo que el Arte me convenza
planteándome etapa como antaño,
... dando más ilusión por este hogaño
y no adelante un tiempo que me venza.

Meditaré lo justo mi andadura,
la humana condición que me refleja
en el gesto más fiel que se aconseja
con trazo firme, espátula segura.

La vida se va yendo entre poemas
y yo dejo mi tiempo en otras voces;
hay distancias que acortan otros goces
meditando promesas con sus lemas...

Aún me debo al mundo en inventario
protegiendo a los que amo y mis valores;
mas debo ser coherente con amores
refugio para el alma y mi santuario.


Elisa

De mi rosa blanca

A. Elisa Lattke V.

¡Qué tendrán las rosas que enamoran!
La foto la hice yo misma con el móvil a un rosal callejero. Creo que las miradas estaban enamoradas de su humilde y maravillosa presencia, allí en medio de tanto descuido en los jardines públicos.

Si supieses más de mí y de mi empeño

siendo una flor silvestre del camino,

que al florecer se sabe su destino

entregando su amor sólo a su dueño.

Si al nacer cada ser de una simiente

puede ser simple espora en los helechos;

o, al observar la luz de los acechos

se recuerda los ojos de los puentes...

Si supieses darte tiempos tropos

fustigando con notas un salterio,

para dar compasillos al misterio

y hacer de pizzicatos los piropos

Me seca el Astro Rey siendo una rosa 

por saber de mi luna en faz del cielo,

y celoso fulmina tanto anhelo,

convirtiendo la bella en espinosa.

Elisa

Flameando palabras, con... Armik - Love Letters *

Mesura lleva el alma en cada cosa

y por el cuerpo presiente una plegaria

brotando en la vertiente imaginaria,

que le ofrece a la vida en que se posa.

Locura de los dioses de la flauta

raciocinio que trasciende desplegado,

por magín de los sueños anhelado

con su verso volando en cada pauta.

Como tambor batiente de la noche

nos late un corazón enamorado,

deslizando un poema imaginado

alentando a su verso con derroche.

Mas crece la palabra, la flamea

su fraterna estructura de compases;

buscando su simiente los desfases,

recíproco misterio en quien la lea.

Se remueve lisonja cautelosa

sembradora de amor en las pupilas,

ardiente frenesí, jardín de lilas,

exaltada pasión... ¡Por una rosa!

Y en mesura la esencia prodigiosa

emblema de la paz que tanto anhela,

el espíritu del hombre cuando hiela

resolviendo su prueba luminosa.

Elisa

2010

Pensábate...

No se puede prescindir del verso 

ni cómo se enreda a mis cabellos;

lo dejo que llore si así quiere

regalando palabras con destellos.

Foto: alattkeva

Van cayendo las hojas de mi otoño

sacudieron sus ramas de la vida,

ya se inquietan mis duendes danzarines

y el lenguaje ritual de mis espigas.

Por ahora, este tiempo es tuyo y mío;

silabea poemas, no me deja.

Llega de una aldea de hermosos valles

como sueño de lluvia que se queda.

Al respirar el aire que se allega,

camina un pensamiento sin abrigo

espera cobijarse en mis deseos,

como huésped eterno de un latido.

Hoy, ayer y mañana, pensábate

campanilla azul de la pradera

o, avecilla feliz de las montañas;

mas hoy, me siento gaita plañidera.

Hállame con el sol de las mañanas

en nubes arreboladas de la tardes;

descúbreme en los cierzos de bahías

congelada de lágrimas cobardes.

Se van viendo los ocres por mi estancia

de memoria interior que se recuerda;

agotando un tiempo en otras cosas

y el reloj corazón con poca cuerda.

Por éso mismo, Amor, hállame en versos

conjugando belleza entretenida;

o siénteme momento en tus instantes

como huella y regalo de la vida.

Elisa en: "Don Anselmo"

Si...

¡Ay... si vieses  como pienso 
y en suspiros ya me elevo, 
un buen día vas a verme 
el regalo que te llevo! 


Si pintara pensamientos,

azucenas y arrayanes, 

les tendría que pintar 

esas tierras de sus valles.

Pero pienso en los castaños,
abedules y los robles,
las iglesias en poblados
cuando tocan con redobles.

Y en las fuentes de la vida
donde crecen las distancias,
se entretienen en menguarlas
los anhelos con sus ansias.

Si escribiera y te contara
de mi tiempo y su secreto...
Estarías suspirando
y llorando muy inquieto.

Mas no quiero alterarte
ni decirte lo que pienso,
pues ya sabes lo que es
y por eso es tan inmenso...

Pues lo tienes a tus pies
bajo cielos de horizontes,
con ocasos donde ves
lo que oculta por sus montes.

Si el milagro está por verse
y si cierras tú los ojos...
Estaré entre tus labios
bendiciendo tus antojos.


¡Ay... si vieses  como pienso 
y en suspiros ya me elevo, 
un buen día vas a verme 
el regalo que te llevo...! 



Elisa en: "Don Aselmo" 

Luna azul (Dedicado)

¡Hasta mi vuelta, mi querida luna de los poetas!

En el tributo que me debe el tiempo

hay un sueño asomado a una colina

y al colorar su cielo entre los verdes,

se hace hoguera de azules en su cima.

En tardes de mi ayer yo la veía,

su reflejo oscilando en los pantanos

y al mirarse en mis ojos presentía,

el llanto por las noches de sus años.

¡Oh, luna azul de luz resplandeciente

dejas ver el amor en tus retinas;

y tu albor lo regalas a mis noches

con su llanto de estrofas diamantinas!

Si pudiese enjugarlo con un beso

abrazando distancias que separan,

te daría mi celo… algún exceso...

mitigando el dolor y nos reparan.

Por cimas de otros montes yo te siento

y desvanecen azules por mi alma,

¡sólo podré amarte estando mudo

encendida de amor tras las montañas!

Elisa en: “Don Alselmo”

Influjo

Por ser de mar y de abisal tormento
soy su nave fluctuando en bamboleo;
su oleaje sin fin es mi aposento
y al sentirme en sus brazos me mareo.

Por ser mujer de arena y sal, le siento
percibido en la brisa..., le jaleo
poniendo la intención a barlovento
¡Me siento como espuma y lo rodeo!
Flotar en su cadencia me seduce
porque agita mi vida con ternura
e incita a ser de danza y movimiento.
Imaginarse un poco más... induce
a soñar con su amor y mi locura...
¡Sintiéndome en sus playas sin aliento!

Elisa
Málaga/2011

Algo mío

Porque sé que razono desafíos
ante este mundo de distintas pieles,
velo sueños de incautos amoríos
enredando poemas por mis sienes.
Me sé sin importancia y me conformo
con la miel que producen las palabras,
con su magia pasmando por mi entorno
brillando como cuentas de esmeraldas.

Me regalo momentos y me embarga
una ilusión volando como grulla,
cualquier bosque interior, alguna charca
con su rana de cuento dando bulla.
Porque sé que razono en albedrío,
reflexiono la vida y luego callo;

a veces río, lloro o me hago un lío
busco sueños de ayer y no los hallo.

Algo mío ha quedado en la distancia
entre la niebla de las altas cumbres;
un vuelo prometido de mi infancia
con sus sueños ardiendo como lumbres.
Mas, hay algo tan mío y también duele
por saberse sin mí, sin esperanza.
Se ha quedado sin alma y ya no puede
describir tanto amor en lontananza

Elisa

Dame acá...

Dame acá tu pensamiento
y todo lo que contiene;
si sabes qué me mantiene
respirando sentimiento.

Dame acá ese contento
que suple tanto vacío,
no ignores el desafío
de un alma de serenata
sobre el mar, luna de plata
de mi lejano amorío.

Dame acá, mi luna bella
algún sueño embelesado,
cautivo soy de lo dado
por embrujo de una estrella...

Ardentía en noche bella
en fulgor de un oleaje,
transparento el equipaje
y me doblega reflejo
del que ya jamás me alejo
con mi verso y su mensaje.

Duele amor en lejanía
al mantenerse distante
pero sabemos instante
y padecer agonía...

Mas no sabes, vida mía,
que si no te puedo ver
no pasarás de mi ayer
ni menos fusión del alma,
hallando luz en la calma
para poderte tener.


Elisa en: "Don anselmo"

De mi cosecha

En este viñedo de mi ser he cultivado mis uvas, las mejores para ti. He exprimido mi mosto y lo he macerado. Le he dado un tiempo de reposo en la penumbra del alma, barrica de amor. Te he ofrecido cada día durante años mi copa y, por fin llegó ese tiempo del brindis. Dialogamos con el gozo de la cata en el paladar, llena, generosa, repetida, especial, única... Con aroma de sabor intenso y afrutado, con el perfecto tono del buen vino en dos tiempos... El tuyo y el mío... ¡Por la vida y el amor! Llegué a tu corazón como una cosecha nueva y especial de un siglo de ausencia. Me despertó el ansia y la colmé de mimos y caricias. ¡Fue una vendimia de sueños, aquélla, la de siempre, la de cada siglo, la de cada vuelta! El lagar se puso de fiesta con las copas esperando... Se nos derramaron dulzuras de silencios por los labios, nos bebimos las salobres tardes de prisas sin lágrimas y, al final de cada sorbo supimos las de la vida individual, cuando en un paréntesis disfrutábamos de un dulce ocaso. ¡Oh, Dios, pero cuánto nos puede durar tanta resaca sin despertarnos! Hoy, el viñedo prepara su tierra de amor para una nueva cosecha, aún hay vino en las barricas y el corazón late. Maduro, envejeciendo. Guarda tu copa que volveremos a brindar por lo mismo, es tiempo de un pensamiento beodo que supo mantenerse sobrio con la fe que ahora le abraza, porque sin ella los milagros no existen. ¡El plantío se prepara para el invierno, la cosecha de este año ha sido maravillosa! He dejado mi cáliz dentro de tu pecho, hornacina donde quiero que permanezca la votiva llama que le acompaña; aún se alzarán las copas por nuestro júbilo. El tiempo es sólo un agujero abierto para el pensamiento y siempre se acobarda cuando se descuida. ¡Ya tenemos la llave! ¡Hasta el siglo venidero! La cita, en la calle de siempre, ... en el farol del alma! A. Elisa Lattke V. 08

Ciudades de amor

Me doy en la palabra
perdiéndome en un sustantivo;
es como un asfixiante
a la sombra de mis noches...
¡Aire!

Hay ciudades atormentada, solitarias,
llenas de recuerdos y amigas del silencio
donde la luz juega al escondite con las sombras,
sembrando de neblinas las noches de la memoria.

Hay ciudades que se cogen del brazo de la ausencia
caminando bajo una lluvia de estrellas;
taconean por sus aceras y habitando corazones
donde esconden su melancolía del pensar...
No se asoman a sus ventanas
pero se despiertan con el aroma del café.
Sus muros sienten la añoranza
y  anochecen con estrellas apagadas.

Las hay bulliciosas y llenas de luz,
pero otras son sosegadas y tranquilas
descansando a la orilla del agua,
introducen medio cuerpo en sus ríos o mares
sonriendo a sus visitantes para que disfruten su belleza.
Sus espacios se llenan de trabajo.

Las hay que curan sus heridas de amor con sal
dejando suspiros en el viento;
hay quien las ve pasar conjugando un verbo
mientras se desdibujan a la distancia,
su cansancio no las rompe fácilmente
saben ver el suelo mientras se yerguen al paso,
y aunque el dolor las fustigue no se humillan...
Avanzan.

Siempre amadas y ocupadas
son de sus suburbios interiores, donde se refugia el llanto;
¡a esas quisiera ir para sentir como gimen abrazadas,!
se añoran, son las más necesitadas y queridas.
Sus pobres se instalan en sus calles
porque conocen el fruto de sus sueños...
Ellas son dádiva de fe y amor y así son sus vidas.

Elisa en "Don Anselmo".

Si duermo...

Si duermo, amor, si me he ido  

a ese viaje soñado que promete...   

...Antes, déjame sentir mi barro   

viendo cómo se seca y resquebraja  

entre tus manos y las mías.  

Háblame, no permanezcas muda 

y haz que florezcan palabras,  

entreguemos las rosas y las espigas  

llenas de néctar presentido en nuestra almas. 

Sé que dejar de ser es volver,  

pero volver al contrario en dirección opuesta
buscando otra luz en el camino de sombras,
perteneciendo al último orgasmo.
Impertérrita, la angustia está presente.
Es lo de siempre cuando todo acaba
como trémulo murmullar de sangre que se frena,
no hay vida ni gemidos de placer   

pero tal vez se sienten los dedos de una caricia planetaria.

Si sigo dormida, amor, 

recógeme en ellas, bésame. 

Concédeme una oración 

y llámame por el nombre de mi ayer 

... el de la infancia;  

es posible que nunca prescinda de ti
y sepa navegar por tus silencios 

siendo de mi sueño en el bosque,
refugio en las hojas secas del otoño, 

las que caen para ser limo 

aprendiendo a sentir un beso de agua. 

Dormida, se acaba todo y no hay angustia
sólo las hojas se moverán
danzando sus ramas con el viento,
mientras los árboles callan;
me preocupan las aves si enmudecen.

Elisa 

De mis versos

Se me ocurre pensar 

en el ritual del espejo que mis versos estaban ahí 

y nunca los había  visto ni leído, 

que ellos son como el humo de un lento incendio 

despejándose en la brisa fresca de mi aliento;  

sin la curiosidad de quien pudo mirarlos antes 

porque no les regalé mi tiempo a su sonido, 

dándoles fuego y deslizándose en la nada   

con su danzar de hojas o plumas por mi alma. 

Para qué más si me dan lo que quiero 

con su secreto de siglos cantándome al oído 

Todos ellos son míos, están donde estuvieron 

suma evanescente de un presente en mi suspiro. 

Descuidados, desmedidos y prohibidos 

son de mi obstinada llama 

quemando recuerdos míos. 

¡Y alzando mis párpados  

buscan por mis sueños 

y sigo leyendo

algo de mi vida 

escrita en renglones; 

y mucho en las horas 

de amor y silencios! 

Elisa

El Bien Hallado (Dedicado)

 Foto: elpais.es  

El bien hallado (Nostalgia del ser)

Es el alma como ave de lo eterno
que vuela solitaria en lejanías;
y regala con el llanto de su canto
todo el amor que trajo en su alegría.

No lo olvides en el sentir humano
en el hogar del cuerpo que fenece,
que la vida es sólo un paso que acontece
cuando otro más le acerca... al su Artesano.

No es divagar axioma ni teorema,
ni nada que nos prive del alado,
cuando somos las aves del sembrado
que alimenta su Amor en su zalema.
                                                                                                                                                                     

 De esta forma inagotable y también invisible al ojo humano podemos admirar el más puro Arte, que nos ofrece ese cielo allá sobre el lienzo maravilloso donde colgamos nuestros sueños, nuestro retorno, anhelo y esperanza. ¿Quién descifra tanta maravilla y es capaz de decir o pensar, que la limitada razón humana tiene aún más belleza? Cuando inventa o crea a partir de lo que ella le ofrece, incluyendo su bella herramienta para pensar, su propio cerebro con la naturaleza que comparte con lo heredado del Supremo Ser, que le ha puesto en las manos para que discierne. Porque tiene que partir de su propio yo para enfrentarse a la VIDA y su efímera realidad de paso. 

Elisa 

04/02/2008

Las ranas saben, los hombres piensan, el aire lleva, los sueños quedan; mas un silencio todo lo encierra. (Elisa Lattke-09) 

 Y...

Y, en tus pupilas, se siente una danza  donde bailan felices las estrellas, 
en la luz de tus ojos entre ellas fascinando al que mira en la distancia. 

No me cansa mirar la luna bella y tampoco soñar contigo al alba; 
más me cansa gritar a la esperanza y sentir sólo un eco en lontananza. 

Cuando miro las nubes que separan de los cielos en que sueño a tu lado, 
se frena corazón en lo anhelado... ¡Cuando sé que soy fruto del pecado! 

           Elisa

La elevación espiritual es una fuente de versos  al menos para mí, pues no deseo presumir de estos momentos en que 'Elisa' se pierde en su nirvana existencial. Es cosa de ese 'surtidor' que todos tenemos, nos rodea, nos invaden. Es nuestro lienzo en blanco donde los pinceles trabajan solos, mientras le miramos. 

Entonces, cuando estoy así, me encuentro con el 'yo' más profundo y, en ese entendimiento se funde el espíritu. Me encanta no estar en mí para darme un sueño, alivio, descanso, paz que deseo y busco, aunque esto sea lo que es,un viaje a las estrellas, al núcleo que nos parió y de donde partimos y ahora partículas de nada y polvo de ellas, siempre añorando el Todo, su energía primigenia. 

alv*

Paramnesia

Amor: 
Mi vida pulsó otros sonidos

y en mis alas ya no traigo su música, 

aunque serás de mi bosque extasiado,

lo genuino del tiempo, mi energía.

Un soplo vivo en otro congelado...
Pero sé de mis renglones en tus versos.

Escucha:
Mis dedos que fueron tuyos
ya no acarician este verbo,
no conjugan entusiasmos
fenecen junto a mi sueño.
Mis dedos fueron nodrizas
acariciando tu tiempo,
hoy recogen su entusiasmo
no hay ternura, no hay empeño;
hoy los siento desgarrados
atados a otra querella,
del amor fueron sostén
derramándose en su estrella.

Núblanse los caminos 
piérdome por mis lágrimas,
¡ay de turbios renglones
por donde van letras ánimas!

Amor:
Ha atardecido al ocaso
y de un sentimiento trémulo
lléname todo su limo,
oscuréceme... ¡Lo siento!
Fue en su principio, un ritual,
vehemente necesidad
era de un pan que saciaba,
ruego, oferta sin temor
y parte de su virtud;
pureza, fiel entusiasmo.
Pero soy de esto que doy
cautiva soy de un dolor.

Elisa

Si tuviese que escoger...

"Si tengo que escoger,

moriría de amor

o por *biocombustión.
Sin restos orgánicos"
(alv)

Como el agua que fluye,

por el  río que lleva,

como el tiempo que pasa

un sentir se me queda.

... Si tengo que escoger...

Un fortuito final 

volatizada en niebla, 

de una tarde cualquiera
sería lo ideal. 

Entre mar y montaña,

entre cumbres nevadas
o los mares bravíos,

en los verdes de un valle
en tus sueños o míos.

Con rumiar de ganado

y la lluvia en silencio,

y caricia al sembrado..
Si tengo que escoger
estaría a tu lado.

Me alejaré en aromas

de un café recién hecho,
entre rosas silvestres
guardadas en mi pecho. 

Te dejaré mis huellas
con el beso en tu boca
y en tu rostro una estrella.

Feneciendo en la ojera

y del mundo borrada

en las cifras de gentes,

de un tic, tac, olvidada.

Pero no del latido

de los tiempos ausentes


Asomada en las cumbres

con tu jubón de noches
coronada de estrellas.

¡Oh, mi esfera pálida
 -poético embeleco-

de un amor imposible
delicado en mi pluma,

mas impreso en mis dedos

su reflejo salado!

Que despidan mis mares
y me mezan sus olas, 

por sus aguas de sueños
de un feliz movimiento
volveré siempre sola.

¡Si tengo que escoger, 

pediría un poema

brindando contigo

con el alma serena! 

Elisa 

El recuerdo

Timbal de corazón, trote del tiempo

¡Ay verso soñador que me amamanta

de ubres de amor en La Vía Láctea!

 ...

El recuerdo cabalga por las sienes

buscando entretenido su misterio;

es ginete soñador muy atrevido,

se nos lleva la idea al cautiverio

Quemándonos el pecho se apresura

al labio tembloroso donde bebe

del beso del amor y alguna lágrima,

consolando a la bruma que nos tiene.

El ginete de la edad de la memoria

invita a la vereda que nos toca,

a sentir sentimiento macerado

y lo deja caer en nuestra boca.

Y dónde está la rosa de mi infancia,

dónde está el aroma de mi vida,

dónde quedó su tiempo y su fragancia...

¡Y quién sabe curarme nueva herida!

Elisa

ab/2011

Recordando a mis padres

"Hay algo debajo de la Ceiba que no puedo descifrar, algo que tiene sin embargo el color de las cosas que amo. Pero esas cosas son inaprensibles. Desaparecen en el momento que quiero alcanzarlas. ¿Serán los sueños? ¿Será este mensaje que pongo en una de sus ramas, tal vez el que dejé el año pasado? ¿Será aquí adonde vienen a morir los gorriones de nuestra infancia?

Jorge Camacho South Carolina"

**************************

La casa "de la quinta",

la calle y su Ceiba...

transeúntes pasan

y la niña espera

que llegue su padre.

Su cabeza rubia

con rizos dorados

busca en unos ojos

de azules y grises,

otros como ellos

de mirada triste.

Busca quien la bese,

busca quien la abrace...

sonríe en la acera

y esperando pide

amor que no tarde.

La casa de "la quinta",

la Ceiba en la calle.

El calor agita

las horas del Valle

¡La gente la ve

y esquiva mirarles!

"¿Qué 'mona', a quién esperas?"

-dice alguien que pasa-

Y la niña tiembla

cuando así le hablan

-Mira hacia una esquina,

vigila su madre

al pie de una Fábrica

para cuando salga

"El Viejo", su padre.

¡Qué triste es la ciudad!

-Pensaba la niña-

La calle es muy larga

extraña sus montes

sólo hay una ceiba

y adorna la calle,

es alta y frondosa

anidan las aves

y mirlos le cantan.

Y por fin asoma

aquél que ella espera

y abraza a su madre

la besa en la boca...

¡Suspira la tarde!

Subiendo la calle

viene un hombre viejo,

de cabeza gris

que despeina el viento,

busca otros ojos

de azules y grises,

a sus tiernos ojos

de mirada triste.

"La casa de la quinta",

la calle y la Ceiba...

Su padre la abraza

suspira la niña...

Y se alejan juntos

yendo de la mano

con un guiño cómplice

y los dos despiden

alzando los brazos

a la bella dama,

que alzando los suyos

les manda dos besos

y aligeran pasos.

¡Qué alegre es la tarde!

Elisa

*(Recuerdos de. 1949)

Bern, Suiza, 1965

_______Las ranas saben, los hombres piensan, el aire lleva, los sueños quedan; mas un silencio todo lo encierra. (Elisa Lattke-09)