Estáis y se agradece

La última Esperanza para la Fe




Era muy conocida pero no confiaba en sí misma. La hubiese gustado hacer un curso de autoestima, pero no estaba dispuesta a que se aprovechasen de ser quien era. Tanto lo creía, que juraría con fe, que era así como pensaba.

Así que anduvo toda una vida buscándose sin hallarse, pero ni eso la importó. Las otras virtudes se burlaban de ella. Decían que era siempre un gran engorro... "un cálculo de posibilidades al 50%" ...Y por no ser más a favor, la llevó a pensar lo contrario: que había perdido el tiempo toda la vida engañando a la gente que la deseaba. Además con tanto desocupado en la cola del paro, como había en España, casi tanto como gobiernos ladrones que la requerí, a ella, ¡precisamente a ella para tener suerte en sus objetivos indecentes!, pues todos recurrían y pensaban en ella; sí, la FE, era el recurso para los sinvergüenzas en todos lados donde mirásemos este planeta, no había ser humano que no pensara en ella para bien o para mal, lo que aún peor porque arrastraban su dignidad por los suelos, tanto los decentes como los canallas, ¡pues ya no estaba para alcahueta de nadie!
Todo lo negativo le daba inseguridad, si se faltaba a sí misma. Ella era un cúmulo de virtudes de las religiones e incluso de cualquier creencia que la metía en problemas que no deseaba. Era promesa y palabra que se daba, era virtud, aseveración, rectitud y juramento. Se sentía tímida, dudosa de todos los que afirmaban lo contrario a lo que ella era y hasta dudaba de sí misma. Eran tantos aduladores beneficiados por servirles de ayuda, que hasta pensaba que era la culpable de tanta corrupción, tanto robo y latrocinio por ser quien era. Se sentía hundida en su virtud, capacidad y poder, esa fuerza y energía con honestidad que daba a quien la invocase, su gran potencial espiritual, pero era lo contrario de lo que significaba en quienes hacían lo contrario, porque hasta los criminales y ladrones tenían seguridad sintiendo que ella los favorecía de sus infames proyectos, sintiéndose hundida y culpable de los males del mundo. 
Meditaba lo que representaba y lloraba por el resultado. Pues ella era especial y necesaria a sus convicciones y a sus tejemanejes,  ¿cómo era posible que la nombrase un miserable violador  o que fuese un recurso para un mentiroso?  ¡No podría ser lo que era ante tanta aberración que la cargaban encima , así fuese a quien pillasen con las manos en la masa, pues todos tenían confianza de librarse de la justicia, siendo culpable!" ... Pero también, por otro lado, había mucha más gente que había confiado en ella por ser pobres y no tener suerte en sus vidas, no entendía cómo unos la utilizaban para el mal y otros para el bien... ¡Estaba hecha un gran lío! ¡Pero lo que más dolía, eran esos otros indecentes que la querían en sus vidas siendo lo que eran, y aún confiaban en ella los muy sinvergüenzas!

Contraria a las razones que le daban y que desconocía como ciertas, respecto a la ética vigente y establecida desde siglos, no podría ser positiva con los resultados que tenía encima. La amargura como un río crecido la ahogaba de indignación  Pesaban como una loza al verse metida en cosas desagradables por ser quien era, ¿cómo definirse o separarse de lo malo si era también el bien para otros?
Así que decidió conocerse tal como era, porque al fin de cuentas significaba un producto del espíritu humano, una idea de millones de seres y, como expresión de algo que podría ser bueno para la vida, pero a la vez estimulante para los recursos morales de quienes se confiaban a su beneficio, ¡ella era la Fe y punto, no tenía escapatoria!

Algunos decían que ella era la necesidad de querer o soñar mientras el tiempo pasaba sobre la vida individual de cada ser, y que con eso se contentaban aunque nada les diera y vivieran con fe toda su vida, así no trabajasen por esperar sentados a que con su fe , ya llenaban el estómago. Por eso la Caridad, su gran enemiga, de vez en cuando pasaba haciéndole una pedorreta y le entraba la risa; la peor era la Esperanza, la más jodida de las tres, pues se la veía airosa, compuesta y oronda, además de idiota era útil y no podía entender su éxito. Mientras así discurría, sabía que algunas de sus hermanas eran mejor invento que ella, tan beata y pegada a los altares de culto. Pues a ellas les bastaba servir a tanta pobre gente necesitada de milagros por su culpa. Se avergonzaba de ser un miserable placebo para todos los que sufrían, además de ser utilizada de muchas formas pues hasta en las religiones y toda doctrina manipuladora, la nombraban. Y se preguntaba con amargura sí de verdad, ¿era ella un resultado necesario para la vida o un simple comodín para no morir antes de tiempo?

La Fe era lo que era siempre, lo que es y será ya por cultura aprendida y así que, sin ninguna seguridad por ser la FE misma, se sintió infinitamente mal, quiso demostrarse que era capaz de descubrir quién en realidad manejaba los hilos de su existencia. Desconfiaba del mundo para el que había sido creada, sus apariencias, sus disfraces, la falta de claridad y que sospecharan que no era tan eficiente y buena como razón de existir, para calmar la ansiedad y no precisamente como lo hacían con su hermana la Esperanza o la greñuda de la Caridad, que ya de vieja iba babeando por las iglesias, calles y plazas, siempre con la mano larga y con la misma ropa puesta, sin lavarse; dando lástima verla y por eso llena en todos lados los bolsillos, pero nadie se ocupa de su  realidad, nadie sabe lo que hace cuando no la ven a la puñetera con la lágrima fácil y protegida por no sé que amor de Dios que también la adorna. Encima tenía que aguantar cómo las comparaban como si fuesen sus hermanas dos virtudes; eso la ponía más nerviosa. Estaba decidida a todo, por saber qué tan buena era para asistir a otros o, a la misma humanidad cuando faltaba confianza. No iba a frenar en su objetivo por estar harta de que la perdieran de vista cuando no creían en ella. Que la dejasen al lado de la soledad a quien nadie aguantaba por mantenerse triste, llorona y aburrida. Mejor que con ella, era morir.

Un buen día, como tantos buenos y malos y algunos, por falta de la imponderable 'Fe' que se truncan, se sentó a la orilla del agua y quiso mirarse por primera vez su cacareada virtud de ser fiel así misma, viendo dentro del agua su rostro reflejado. Podría tener por fin 'fe' en el nombre que le pusieron por ser una virtud necesaria a la humanidad, aunque no fuesen siempre los religiosos o creyentes los que la invocasen. Quería verse a sí misma, como un hecho real y que existía y, si su nombre era precisamente tan parecido al de la Esperanza o la Caridad' por dar el mismo consuelo y alegría a quienes la invocaban, aunque en algunos rasgos se parecerían, por ser las mismas virtudes de las que muchos seres humanos se veían necesitados. Al fin de cuentas tenían apellido y un nombre y las conocían por: "las Virtudes Teologales"... Se preguntó, que si así era, debía ser por algo  importante y no porque el amor la había abandonado y, si era ella la 'Fe' que decían y por ser hermana trilliza, era menos que las otras dos por fiarse de todo y no tener las cosas tan seguras como les pasaba con sus hermanas.

Así estaba pensando y sintió una atracción por el fondo del lago donde se hallaba y no pudo más, quiso desaparecer bajo el mismo ante la falta de su virtud más importante. Pensó para qué constatar lo que ya conocía de su realidad y si era parte de una idea humana, transformada en palabras intangibles a los hechos, sólo se la reconocería por ello, por ser quien era para quien así la albergara en su corazón. Era su realidad una situación asignada por la desesperación de los seres humanos que se la habían asignado, pero al fin de cuentas era lo último que les quedaba ante su propia desesperación, ni tan siquiera su hermana Esperanza, era capaz de cubrir la fuerza de convicción en que se apoyaban los creyentes, para creer que ella era lo único que tenían a su favor, pues como idea ante cualquier difícil situación era estúpido acogerse a semejante designio inventado por necesidad ante la total desesperanza.
El agua ejercía su llamada y nunca había tenido oportunidad de sentir la vida plenamente hasta la misma muerte, tampoco sabía si como virtud teologal, podría llamarse vida a su situación de servir a todo el que confiaba en ella; debía por lo menos obedecer a una experiencia de quien creía en una idea para comprender mucho mas cuál era su cometido, si existía ante el destino de quién decidía perderla de vista por falta de su hermana la esperanza, cuando siempre ésta era "fruto de la casualidad o de las muchas probabilidades". En cambio, ella, era la seguridad sin ninguna duda.., "¡la fe y punto!"...

Veía su imagen cómo fluctuaba reflejada en el agua y le gustaba esa sensación de vértigo; sin embargo amaban a su hermana mayor a la que nombraban más a menudo... "Esperanza, por aquí, esperanza por allá!" Tenía celos porque la veía oronda y segura y, ella, siempre tan estirada y obcecada pensando en que jamás se vería en tan terrible disyuntiva; en cambio 'Caridad' era todo lo bueno del mundo y estaba más satisfecha pero más avejentada de tanto trabajar para ricos y pobres, no tenía tiempo ni de visitar a sus hermanas. 


El fondo del lago la atraía y empezó a caminar mientras se hundía en sus aguas. La seducía la muerta de tal manera que le fue imposible pensar en volver atrás. Pensó que nunca volvería a recoger lo que dejo en la orilla... ¡Para qué , ya no le hacía falta la poca fe que le quedaba en sí misma y allí se quedaba!
... 

Quiso la casualidad que un poeta se acercara al lago con la misma desesperación que ella. Quería morir de una vez, amaba tanto a su imposible amor, fruto de sus sueños que sólo se convertían en sus deseos escritos en cientos de poemas, pero jamás se hacían realidad porque era infinitamente cobarde y se refugiaba en lo que más le gustaba para soñar, el amor y la muerte. Pensaba que alguna vez conseguiría alguna de las dos cosas pero prefería que fuese a su amada musa antes de morir, pero había envejecido y nunca tuvo tiempo para amar de verdad, de declarara una mujer real y de viva voz lo que sentía, sólo escribía poemas, renglones y renglones de bellos temas dedicados a un amor inexistente  que sólo mantenía en su imaginación. El tiempo de su juventud había pasado y ya no  tenía fuerzas para sentir la vida con la plenitud deseada.
 No quería la fama, sólo el amor humano porque el divino lo tenía seguro por la misma fe que nunca lo había abandonado.
Ante el bello paisaje que lo rodeaba se sorprendió mucho, pensó que Dios estaba allí esperándolo para disuadirle de su decisión. Su sensibilidad le llevó a pensar que era todo como un sueño y él, era quienlo había forjado como siempre. Estaba allí como el mismo Dios contemplando su obra. Algo había de milagroso o mágico en ese lugar, - se dijo. Quiso respirar pensando que era la última vez que lo iba a ver. Recogió la última bocanada de aire del último hálito de confianza que le quedaba, sin darse cuenta que con el recogía lo que la Fe había dejado en la orilla antes de irse del mundo. ¡Era una sensación maravillosa jamás sentida antes! Se dio cuenta enseguida de lo que le estaba pasando y lo hizo con las últimas fuerzas que le quedaban, ya no deseaba más vivir y menos respirar aire de la Vida. Ese lugar era ideal para dejar sus sueños en la orilla del mundo, para qué preocuparse más por una musa que no existía más que en su imaginación, ¡cómo había sido tan ilusopara perder el tiempo por algo así, el amor platónico era una estupidez, tampoco nadie se preocuparía por su vida o su muerte!
  Guardó en su corazón esa última bocanada que inhaló de la Fe y pensó, mientras miraba lo que le rodeaba, que ya nada valía la pena para seguir vivo pero se dio cuenta que aún era demasiado hermosa y generosa la vida como para no despreciarse así mismo por lo hacía, quitándose la vida y, siendo un hombre de una sensibilidad exquisita, aunque la suya en particular fuese un desastre en ese momento. Así que se detuvo a meditar su acción en esa misa orilla del lago. Él también como su anterior suicida, la Fe, había perdido algo y seguro era su "última esperanza" le impedía culminar con su deseo de morir para siempre. Sabía que ella miraba desde algún lugar o quizá desde el fondo del lago por falta de fe... ¡Era tan bello ese lugar para morir que no no valía la pena dejar manchado de un mal recuerdo en el mismo con un cadáver flotando cuando lo descubrieran, ¡cómo podría allí, precisamente, sumergirse para siempre en tanta hermosura,¡pero cómo evitarlo!
Se había adentrado en las aguas y mientras se iba hundiendo pensaba en ella y la intuía, quizá era su mente la que sonreía pensando en lo que le había dejado ella en la orilla y por eso la evocaba sin saber que la fe había hecho lo mismo antes... Eso último aliento que le pertenecía sólo a él y de ello dependía la bonanza para salvarse de morir ahogados por falta de lo mismo, pero esa virtud debería estar presente en ese momento, ¡si era lo único que necesitaba para seguir amando y soñar tal vez con ese amor ansiado que podría convertirse en realidad! ... Además, su Fe lo había salvado de muchas cosas gracias a su hermana pequeña, la Esperanza. Y la Eternidad había anudado con lazos de Amor su alma a través de tantos poemas, también la Caridad estaba presente en todos sus escritos.
La Fe que no pudo suicidarse ante la llamada del poeta, comprendió la necesidad que representaba para millones de seres humanos su presencia, porque era una actitud ante la adversidad que los hacía invencibles en muchos casos y, la muerte y el dolor huían, ella era una forma de animarse y de sentirse bien, así que se recobró ante lo que había visto y escuchado de pensamiento del poeta, era el mensaje que ese suicida desesperado la atrajera y que también estaba en la orilla... Lo recogió de nuevo y ambos se hallaron a sí mismos entendiendo su error y que era mejor seguir como estaban, y para qué servían a la vida y la Fe, y por qué valía la pena seguir sintiéndose en la Esperanza y la Caridad cuando faltaba a otros.

Elisa Lattke
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**En el fondo de todas las ideas se enciende y apaga un principio Divino; somos de su sueño una chispa de vida que lo mantiene, por eso necesita de todos para ser llamarada, luz, iluminación, ¡fuego!
¡Sopla, Señor, sobre mí, sopla para que no apague!* (alv-09)
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.