Quién habló del hoy en un ayer querido
de mi sueño que ampara incertidumbre;
quién, Señor, entrelaza haciendo lumbre
¡Ay, ceguera por llevarse lo intuido!
Cuando inicias la vida nunca sabes
qué depara el futuro en la valija;
aunque lleves el alma siempre llena
y sueñe corazón con quien se elija.
A medida ganamos con los años
metiendo tanto dentro que nos pesa;
no sabemos lo mucho que dejamos
olvidando cada uno su promesa.
Al comprobar los tantos desengaños
no podemos llevar pesada carga,
la dejamos en parte del camino
con tristeza y dolor que nos amarga.
Desilusión da paso a la cordura
al perder nuestro cuerpo su belleza;
se guarda la hojarasca del otoño
en poemas de amor como riqueza.
¡Se acabaron las locas primaveras,
se acabaron llamadas a los vientos,
se acabaron los bellos pensamientos,
terminaron jornadas lisonjeras!
¿Qué nos queda guardado en la valija?
...Un silencio en la percha del armario,
un suspiro mirando luna llena,
la gata merodeando por tejados
y una rosa colgada de su estrella
con el alma cruzando vida a nados
desnudando otra loca junto a ella.
Elisa