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5/4/11

Alma (De "Fragmentos del Ser", variaciones)


Alma,
ven,
habla,
quiero sentirte
en el infinito preludio de mi suerte,
ser anastomosis espiritual, viva...
Transformación del ser para ofrecerme
no dejando de sentir que soy herida
renunciando al amor, dolor y muerte.


Si yo pudiese en el sentir aislarme
cual grávida sensación siendo de nada,
para poder elevarme en tus jornadas
y abstraerme entre el aire al respirarte.

¡Oh, infeliz de mí
si yo pudiese por sentir la vida,
una vez más llegar a ti, fundirme
a través de tus ojos confundirme
para hallarte por fin a mi partida!

Elisa
Ab/011

23/2/11

Condición de ser


Tau, die rote Rose
 hochladen - 3365651


Adentro soy sentimiento 
entre la jara y la rosa;
 percibiendo qué me queda
  cuando el insecto se posa.
Sensibiliza no ser
en el estar donde me hallo,
en esa única forma
en que se mantiene un tallo.
La flor del alma me pide
poemas para volar;
tiempo de las libélulas 
en alas al desplegar. 



Si no se piensa nos piensan
y por pensar nada ocurre,
malo será que se piense
y crean lo que discurre.
En este monte complejo
donde las almas detienen,
hay siempre un vuelo escondido
entre los que van y vienen.
Y entre dos flores el aire
con aromas que trascienden,
ellas envuelven los valles
y por los picos ascienden.
Rosas negras, rosas blancas,
rosas, rojas o amarillas;
la jara siempre aromando
y el amor en dos orillas. 





Me alimenta un pensamiento,
otro quita mi alegría;
mas quiero sentir que llevo
su dulce melancolía.


Elisa
2011

19/12/10

Presencia

En la tarea de sentir cómo pasa la vida
me hice ausencia en el punto distante de tus ojos,
y en el reflejo del fuego sobre el agua
aún hay caricias y silencios que me miden.


En la rápida fragancia de los tiempos
cuando se intuye un grito en primavera;
me convocan urgentes los sentidos
y el latido del tiempo se repite
en un pasado de lágrima y ojera.


No sé si soy yo en el nimbado pestañear de lunas
quien suspira y tiembla en la impaciencia;
no sé si soy yo la que buscabas
en el canto de un ruiseñor que ya se muere...
¡No sé si soy yo quien se repite 
por un invierno de rosas congeladas!



ELisa 
2010

9/10/10

VUELOS INFINITOS

(Poesía clásica) 

Mis manos son las alas del destino
de vuelos interiores y tan míos;
voy surcando con vientos las distancias,
como arena en palabras me he vertido.

Que no se queje mi barro de su sed,
que no se queje cielo de mis vuelos,
que nunca el agua dejará de sentir
un ave reflejada en sus desvelos.

No basta ella del cielo que me inunda
me sobran plumas surcando horizontes;
mas no sacia la sed que lleva un ave
cuando sigue rondando por los montes.

Se invade de la luz de unas pupilas
que encienden el batir sobre sus alas;
cuando presiente amor por cada vuelo
¡me sabe Dios en cantos que regala!

Mis manos acumulan las palabras
donde reflejan soles en arenas;
voy vaciando un amor que así me trajo
para darte estos versos sin mis quejas. 

Elisa
 
 Mayo/08

30/8/10

No te extrañe


Sólo unas palabras en una opinión pueden convertirse en un poema.

http://www.poetasuniversales.com/viewtopic.php?t=27948


...

No es de extrañar Amor,
por extrañarte, ¡cuando te sé conmigo!
Y cuándo tu cercanía se deposita
en el cuenco de mis manos.

Y en la distancia de la hondura de tus ojos,
me despierto ansiosa como una tarde en despedidas
enseñando la región de los sueños,
y los seres amados que me habitan.

No es de extrañar que...,
en la vigilia absorta esté mi alma
y en piélagos de sombras
me enrede por tus mares;
u otros sombríos arrabales
donde guardo mi canción de quejas.

No es de extrañar que el aire cueste tanto
si, al respirarse mar...,
la densa sal invade
avivando las tormentas interiores
cortando recuerdos con relámpagos.

Dale amparo al efímero sueño entre tu fronda,
que el rumor que me encadena en círculos de agua,
me lleve en torbellino hasta tu alma.
¡Y no te extrañe Amor, juzgarte por mi pena!

Elisa

20/8/10

Llevada por las aguas

Y me he soñado morir 
bajo las aguas dormida,
era yo pálido mármol
entre unos brazos asida. 


Por la vereda en corriente
profunda que me empujaba,
brillaban más mis cabellos
su plata que se incendiaba.


Y, en la orillas aplaudiendo
los sueños que me quedaban,
querían irse conmigo 
los poemas que te daban.


Y yo, siguiendo su curso
del agua que me llevaba,
¡oí gemir a un jilguero
llorando junto a una rana! 


Elisa
2010

4/8/10

Mi paloma (Dedicada)



(Recordando a R. Alberti)


Se me escapó una paloma...
¡Volaba! Se me escapó una tarde gris,
una tarde azul y malva,
sangraba lágrima roja
de cada caricia blanca.
¡Ella volaba!

Se escapó desde mi pecho
para morirme sin ella,
por hallarme sin mis tardes
con el viento y la marea.

Con los negros azabaches
con la ventana cerrada,
con la inercia de mi cuerpo
tras los cristales de lluvias
de mis pupilas sin nada.

¡Volaba!

Se me escapó mi paloma
por la arena de mis playas,
por riscos y acantilados,
por tenues luces del alba
entre la espuma de plata,
junto a mi pálida luna
y el lucero de mañanas.

¡Volaba!

¿Y quién dirá que era ella
la paloma de mi vida,
la paloma que yo amaba?
¡Y quién dirá que soñaba
y no mi vida vacía
sin mi paloma torcaza!

Y se escapó mi paloma ...
no tornará al alfeizar,
me alimentaba la vida,
se alimentaba su alma
teniéndola yo abrazada.

¡Volaba, volaba, volaba!

¡Dónde estás paloma mía
mi palomita torcaza!


* Elisa Lattke en: "D. Anselmo" 2007

15/7/10

Te he buscado



Cómo se da el amor con alegría
cuando todos buscamos de lo mismo,
por las faldas peinadas de las noches
despejando las brumas del abismo.

Yo te he buscado por las hierbas altas
entre reflejos de soles matutinos,
y nidadas de alondras que guardaban
los nidos en matojos con sus trinos.

Te he buscado por hojas murmurantes
amándote en el lienzo a pinceladas;
en rostros del amor cuando se llora
y en poemas no escritos con palabras.

Te quiero dulce dátil en mis labios,
un sollozo feliz en carnes trémulas,
ronroneo de amor entre mis sábanas;
inacabable en la ronda de las venas.

¡Oh, dulce sensación cómo me habitas,
serás el claro reino de mi orgullo,
un tiempo de mi viaje a las estrellas
y al valle universal donde te arrullo!

Te he buscado en la ronda inacabable
desprovista del mundo y su materia;
hecha de hierbas y aroma de la albahaca
y eras savia de un gozo sin miserias.

En el júbilo estrellado de la noche
te supe en el calor de la alegría;
te supe nívea alumbrar mi cielo
¡mi mundo donde busco cada día!

¡Y cómo saber cuándo se despeja
la orilla del mar de tantas olas...,
adentrarme descalza a tus adentros
sabiéndote mi mar de caracolas!


Elisa
2010

26/6/10

Mi noble pajarillo


Por el mullido plumón que se soltabas
... mis manos se enredaron,
eran terciopelo en las yema de mis dedos
y un mar de sentimientos, revueltos, te callabas.

Cuando por tu cabeza mis labios te besaban,
eras como el oleaje jugando con las algas,
ibas envuelta de brisa con su sabor yodado
y te sentía el alma volando por mis charcas.

En la soleada ribera de las barcas...
eras la pluma de volantón gorjeando,
pidiéndome más sueños con el piquín cerrado,
dormido entre mis dedos, de amor siempre confiado.


Elisa
2009

20/4/10

Éxtasis para un canto amigo

Espera"
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Hechicera del verso y de la rima
bifurcada cual río por un valle,
enseñando los rápidos del agua
humedeces vergel con el detalle.

La corriente del agua cantarina
va rozando las piedras del paisaje,
y la agreste alegría que domina
se traduce en encanto y homenaje.

Me quedo entre el valle de vertientes
al lado del riachuelo que me alegra,
porque del verso es magia con su canto
y me siento feliz en lo que integra. 



Elisa
1/07

27/3/10

Julio Flórez (poeta colombiano)


Al mar Caribe

“Aquí estás, a mis plantas, tembloroso,
tendida al ronco viento la melena
blanca y azul; tu aliento de coloso
alza hasta mí la movediza arena.

Y te oigo respirar, monstruo gigante,
que a los siglos atado te estremeces
con estremecimientos de bacante.

Ya que al fin a mis ojos apareces,
inmensamente triste,
con tus espumas níveas y tus olas
que de púrpura y oro el sol reviste,
voy a contarte mi secreto a solas”.

Así le dije al mar y con sentida
voz, le conté el desastre de mi vida.

Y al conocer mi negra desventura,
- ¡Hombre! exclamó con dolorido acentoSoy grande,
 pero más es su tormento;
soy hondo, pero más es tu amargura”.

Y en el propio momento,
en que bajaba la tiniebla oscura
y yo... como un espectro me alejaba,
a merced de una ráfaga de viento,
me pareció que el monstruo sollozaba.

Julio Flórez

***

Mis Flores Negras

Oye: bajo las ruinas de mis pasiones,
Y en el fondo de esta alma que ya no alegras,
Entre polvo de ensueños y de ilusiones,
Brotan entumecidas mis flores negras.

Ellas son mis dolores, capullos hechos,
Los intensos dolores que en mis entrañas
Sepultan sus raíces, cual los helechos
En las húmedas grietas de las montañas.

Ellas son tus desdenes y tus rigores;
Son tus pérfidas frases y tus desvíos;
Son tus besos vibrantes abrasadores,
En pétalos tornados negros y fríos.

Ellas son el recuerdo de aquellas horas
En que, presa en mis brazos, te adormecías,
Mientras yo suspiraba por las auroras
De tus ojos… auroras que no eran mías.

Ellas son mis gemidos y mis reproches
Ocultos en esta alma que ya no alegras;
Son por eso tan negras como las noches
De los gélidos polos… mis flores negras.

Guarda, pues este triste débil manojo,
Que te ofrezco de aquellas flores sombrías;
Guárdalo, nada temas, que es un despojo
Del jardín de mis hondas melancolías.


JULIO FLÓREZ



(Link- Música Pasillo colombiano)
http://www.youtube.com/watch?v=z-BdUMKqC6E  

Reiner Maria Rielke


Rainer Maria Rielke - de "El Libro de las Horas"


El Libro de las Horas hace alusión al libro de oraciones que los monjes católicos deben leer en determinados momentos del día. El poeta toma la voz del monje e invoca a su "dios", la segunda persona presente continuamente en todos los poemas de este libro"
¿Qué será de ti, Dios, cuando yo muera?
Yo soy tu jarra: ¿cuando me haga añicos?
Soy tu bebida: ¿cuando me corrompa?
Yo soy tu atuendo, yo soy tu oficio,
sin mi careces de sentido.
Después de mí no tendrás casa donde
te saluden palabras tibias y cercanas.
La sandalia de terciopelo que soy yo
se soltará de tus pies cansados.
Perderás tu gran manto.
Tu mirada, que mi mejilla acoge
tibiamente, como con almohadones,
vendrá y me buscará largo tiempo…
y al ponerse el sol se tenderá
en el regazo de piedras extrañas.
¿Qué harás, Dios? Temo por ti.
Rainer Maria Rilke (Praga, 4 de diciembre de 1875 - Val-Mont, Suiza, 29 de diciembre de 1926) es considerado uno de los poetas más importantes en alemán y de la literatura universal… más información en Wikipedia.