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En la vieja fuente de una plaza
los duendes han dejado de cantar,
hay un sueño envuelto en las cascadas
que olvidaron los barcos navegar.
La tristeza abraza su pasado
y las aves le gorjean al amor.
Una niña con sed busca refugio
y lo encuentra en el cáliz de una flor.
En la vieja fuente de una plaza
han dejado dos grifos de manar,
Y un Hada misteriosa acompaña
a dos gotas que lloran su orfandad.
En la fuente hay una parte de la Vida,
con los duendes en su alegre batallar;
con el sueño envuelto en siete esferas,
con átomos de amor que siempre están.
Es un barco la vida que navega.
Son los grifos la sed de libertad.
Es la niña un enigma y la respuesta
y es el cáliz la espera del saciar.
Con el Hada que cuida de las gotas,
con los duendes que cuidan talismán
¡de Amor y fe que nunca secarán!
Elisa.
6-08
A veces me siento como ese sueño envuelto en las cascadas... Pero luego recuerdo que la fe y el amor nunca se secarán, porque existen hadas, duendes y ranitas azules que rondan mi espejo.
ResponderEliminarGracias por contarme tan hermoso cuento. Ahora, a dormir. Buenas noches.