Estáis y se agradece

13/4/10

Impresiones

  
   Pasa la brisa 
   Con trémulo silbido 
   Ondulaciones.

Palpita una hoja
Una hormiga la carga
La vida sigue.

Por las rendijas
se asoma el tiempo viejo
Cosiendo harapos.

Hoy he pensado
que tengo el pecho lleno
de tu latir.

Son dos palabras
Pueden imaginar...
Las otras huyen.

Basta un escrito
Se fía un pensamiento.
Todos le siguen.

Pasará mi alma
por tus acantilados
Azotándose.

La muerte es sueño
Y yo, un principio eterno
de tu energía

No eres la misma
Los hijos del agravio
Son inclementes.

El verso inquiere,
la palabra salpica

  Perdón rebuzna.

Mira ese cielo
Rojizos son ocasos
Van iracundos.

El zote guía
su sinrazón señala,
El prudente huye
.
 


Elisa
_________________
Las ranas saben, los hombres piensan, el aire lleva, los sueños quedan; mas un silencio todo lo encierra. (Elisa Lattke V.)

2 comentarios:

  1. Bonito poema, aunque a mi, que me considero de los prudentes, no me guste del todo que alguien me diga que huyo, aunque sea verdad. Un placer pasar por aqui y leerte

    ResponderEliminar
  2. El zote guía
    su sinrazón señala,
    El prudente huye.

    Cuestión de puntuación. Gracias por la observación.
    Quiero decir que, algunas veces no vale la pena enfrentarse a ciertos cerebros, envanecidos de saberlo todo o engreídos de tenerlo todo, y por lo tanto creerse portadores de conocimiento, cuando apenas es un parcial y no una verdad absoluta.
    Reitero mi agradecimiento.
    Calificarles de 'zote' es suave, muchas veces cometemos los mismos errores en otras situaciones.Así me lo recuerdo cuando me pase.;-}

    Un saludo cordial. Elisa.

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.