Huérfanas son las horas cuando lucen aún al sol mis espigas. Madura su fruto y pregunta el aire su encuentro con mi cuita. Sonoro es el canto interior del ave que busca su tiempo, el mejor contigo, el más puro de todos entretenido en la nostalgia; se llena de voces, se prepara para despertar mi vuelo interior del ave que se encierra en mí atraída por el fuego de un sólo pensamiento.
En el perfil del tiempo los templos apagan su vieja llama de temores sobre el ara del sacrificio y las renuncias; se enciende cada día una nueva. El pecado blanco ronda los atrios pidiendo una limosna. Tocan las campanas y se abren los párpados de las estatuas, sonríen a los imposibles tomando el alma de las cosas que siempre son y han sido. Me arrodillo ante una de ellas y estás a mi lado.
Hay noches desnudas que prefieren el presente donde habita el dios de los hombres, el loar de mi poemas, el crepúsculo hecho con palabras, tu sueño y el mío tejido con los hilos de la luz.; y el vuelvo de hallarme en la estancia de la Eternidad a tu lado. Necesita el reflejo de la vida en las almas que escoge, las más fuertes. El paso por la Vida no es siempre el mismo para todas y su carga de energía puede agotarse muy rápido...
Todo es como un lapso en este tiempo que nos refleja sobre el espejo. Nos estremecemos ante este siglo que nos ocupa, porque siempre encontraremos huellas de nuestros propios argumentos para atarnos a la materia. No se desperdicie la nada, ella es la causante de interponerse aunque sea necesaria para reconocernos en una sola mirada. La materia siempre nos rodea en este acá y siempre vence, por eso nos reconocemos en los que nos aman. ¡Una prueba más y otra y otra, no nos bastarán para sentirnos capaces de sentirnos preparados! . ¡Mira el contenido de lo que nos llena y sopesa el espíritu que une y tiene! Sin embargo parecemos unos ladrones furtivos bajo las estrellas, fabricamos nuestro mundo o soñamos que estamos en el y siempre a la caza de la efímera felicidad que nos consuela. Gravitamos en el polvo y es el barro que nos pesa pegándonos a este suelo. ¡Me asfixia el no sentirme, me falta el aire! Me falta también el sonido de tu voz, la vibración de ella al salir de tu garganta y no me basta con hallarla... ¡No estás!
Este cúmulo de dicha contenida me asfixia por no saber cómo decírtelo. Me revuelve dentro por no perderse en tu sonido, por no ser sólo de imaginación y sí las notas de amor sobre esta melodía en prosa que te siente. Ya no tengo tiempo, amor, tampoco distancia, montañas, cielos, mares y fronteras que frenen, que nos separen, sólo un rumor de olas llevadas en su vaivén por el viento, recorre las aceras vacías de la ciudad interior, envueltas en su tsunami de palabras. Dos caminos se ocupan de dibujar en la lluvia el lugar por donde voy y siempre ella, la tristeza se coge de mi brazo. ¡Se cree que no necesito a nadie más a mi lado y me invita a seguirla! Es activa, sigue haciendo sus cosas, no para de moverse no debilita mi exterior, no deprime para que no se note que está... Ella nos conoce y sabe que el mundo nunca nos ha llenado tanto vacío para sentir quiénes somos, para qué estemos acá a este lado doliéndonos... ¿y por qué nos vamos de su brazo hacia el crepúsculo...? Siempre hacia el crepúsculo esperando un nuevo sol, una nueva mañana, un tarde soleada, una despedida solar..., esta claridad con la que te hablo... ¡Será porque hay una bandeja de verdades esperándonos! Hoy soy como una flor que sólo deposita en ella todos sus pétalos. Ya es lo único que puedo dar a la vida en forma de poemas, también un cuadro, un sueño azul, un sueño de mar, un sueño donde aún se ata la propia realidad de la inocencia, porque a ella se pertenece y el verdadero amor nunca asfixia, es como el agua que nos rodea, seno de la Vida.
Elisa
2010
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.