Verás amor, yo sé que tú caminas
mirando el suelo y piensas en tu cielo;
Pero las manos llevas inquietas de silencios.
Sé que no descansas en la noche y por su lomo,
hay un desfile de estrellas que te cuenta de las sombras;
que en la memoria, hay hondas raíces que reclaman
atravesando el dorso del mapa de dos almas.
Yo sé amor, todo...
Por eso, nunca pude reclamar lo injusto
cuando el aire gélido recorrió mi tiempo
coronando grave, la digna altura de mis canas.
Silenciosa y muda amé mucho más.
Y por sentirme sed y, a la vez agua, ¡faltaba el aire!
No pudiendo avivar el fuego con mi fuego cuando falta.
Soy ya este abandono de mí misma
la hoja en blanco que describe silencios;
recorriendo en la palma de mis manos y mis dedos,
como río de pensamientos vertiendo sobre el valle...
Lamiendo la vida de mi tiempo, curando heridas,
confundida entre las palabras que me cubren,
allí... donde las almas aún sienten que son
de su fiera condición, pero dormidas.
Elisa
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.