Estáis y se agradece

4/10/10

Para un auto análisis de texto en el poema: *Te siento verso*

"Hay emociones que no lo son del todo,
hasta que reciben la fuerza lírica de la palabra"
(Gabriel Miró





Cuando todo se dice en el verso y lo resumen palabras, es revelador lo que hemos expresado si extraemos su síntesis, leyendo una simple estrofa. Es parte del material poético de cada aficionado o consagrado que así lo siente. Por lo tanto coinciden ambos en ser lo que son, como complemento lingüístico para quien escribe poesía o prosa poética. A medida que avanza un poema se carga de sentido, tiene  movimiento y aporta significación con el ritmo, porque debe sentirse lo que lleva dentro. Basta leer uno de mis  honestos poemas que escribo para este escueto o pequeño ensayo, donde hablo sobre mi estilo poético. Los hago sobre la marcha, intento que sea un endecasílabo y lo titulo: "Te siento verso"

Te percibí pero ya lo sabía...
Éramos sueño hermano, azul, distante;
tibio hálito y beso del amante
persigné su alma con la boca mía.


Describo el amor que se puede sentir cuando el otro ama y, amando, lo presiente; dice besar y cómo lo hace igual que en un rito religioso:  "persignando un hálito tibio con un beso". Y en el sueño de dos está un "azul distante", indicativo que compara la inmensidad de una distancia y su tono transcribe lo que imagina en el tiempo. Cuenta del otro que además "sabe lo que sí sabía"; lo da por hecho que es así, de "un amor que se siente cuando así lo era".
 Comprender estos versos es fácil en su contexto porque en otros podría ser también de diferente forma, no libres de su metáfora comprensible si voy ligando el verso a las estrofas anteriores del poema:

Veo a través del ámbar de unos ojos
dentro, desciendo estremecida;
amor te quiero ver feliz, fundida
un brillo que ilumina mis antojos.

El aficionado poeta, mi humilde persona en este caso, ve que a través de la visión ajena, amada. Puede formar parte de esos ojos en que se mira y se siente, todo es simbólico, quiere estar dentro, desea formar parte de su brillo que ama porque conoce y llevado por una situación trémula o agitada, necesidad de pertenencia; en este caso la de sus propios pensamientos y deseo; exagera con el ímpetu del estro la situación  atrapado en un color que describe una mirada.

Llevada por el viento en mi locura
extraigo un sentir de la distancia,
de verbo conjugado en una estancia
queriendo repetir amor... ¡Ventura!


Como ven esta aficionada, soñadora deja notar su romanticismo pero lleno de seguridad y altivez, porque cree dominar la distancia cumpliendo con el deseo de sentir cerca lo amado. Necesita que debe creerse lo que siente, que es así para hacerlo suyo. Así que construye con el lenguaje la esencia del mismo, un estado de ánimo que describe, se implica dejando vida sensitiva en los renglones; porque no tiene otro recurso físico, otra referencia a mano, más que lo que le regala la palabra, intentando que el verso sea parte de su melodía y casi puede decir que es como  'tocar a su ficticio amante'.
Construir con la palabra es sentir mi propio desafío. Necesito valores musicales, numerología, ciencia, transmitir más allá de lo que deseo comunicar con calor humano, apasionado o no pero que sea yo quien  experimente como creadora la química que regala la lectura del poema, que sugiere y persuade y genera un sentimiento y también, porque produce un bienestar al conjugarse espiritualmente como en una 'aleación de auténtico amor'.

Te siento verso en mí, eres mi centro...
Eres sonido y voz en mi palabra,
murmullo de agua que a mi oído labra 
¡Amor universal que llevo dentro!

Como se ve, la imaginación es una constante en los nexos del verso que consigue la estrofa. Ellos son los que  hacen al poeta, lo manipulan, lo atraen, le consiguen para sí, le esclavizan. Como leen, se inicia con un pronombre en segunda persona, le pospongo al verbo y la Lengua nos dice que es *enclítico al decir: "Te siento verso...".
"[*enclítico, ca.
(Del lat. enclitĭcus, y este del gr. ἐγκλιτικός, inclinado).

1. adj. Gram. Dicho de una partícula o de una parte de la oración: Que se liga con el vocablo precedente, formando con él una sola palabra; p. ej., en la lengua española son partículas enclíticas los pronombres pospuestos al verbo. Aconséjame, sosiégate, dícese. U. t. c. s.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados]"

Os dejo con esta íntima confidencia. Quizá sea una de mis virtudes darle música propia a mis poemas y lo digo honestamente convencida de ello. Nuestra lengua y sus matices llevan por sí mismos una melodía, la que hay que descubrir en nuestra respiración cuando se declama en voz alta. Ese es mi consejo y creo que lo es de todos los que escriben poesía o conocen la Lengua escrita en prosa y lírica. Lo bueno de este hoy es que se puede ir al grano, contar en el poema lo que siente quien escribe, elevarlo por encima de su propia alma y exponerlo a la crítica, que buena o mala es parte de una personal forma de sentir la palabra con mi propio estilo de hacer poesía; y guste o no, siempre hay tiempo, si se desea y puede, para ir mejorando lo presente. Lo que realmente me importa es trabajar sobre un determinado estilo para que sea original e inconfundible en una  " Rana azul".

Viéndolo bien, si eres auténtico con lo que haces, no solamente poesía, todo está en la capacidad expresiva de cada cual, en el acomodo de un amplio léxico si es posible porque se hace necesario; en la pasión que se pone porque lo obliga el conocimiento y la sensibilidad creadora a la hora de conseguir un buen trabajo; pero también está en un plan o labor que se desarrolla con el lenguaje para hallar los tiempos del ajuste rítmico. No bastan palabras rimbombantes, es que debemos saber cómo colocarlas a medida que avanza el tema, ajustarlas a su rima con capacidad expresiva y eso, creo que cuando se consigue embriaga a su autor, le deja extenuado, sin fuerzas, es como si levitara. Al menos es un trabajo personal descubrir  que ella ha estado allí, la Musa.  Necesita darse un tiempo de descanso entre poema y poema o entre varias creaciones poéticas pues es una 'amante' que consume.

La falta o carencia de la música en el verso le hace monótono y distante. Más bien pareciera prosa poética pero bastante fría por tener un relleno convencional o repetitivo, con palabras muy manoseadas por miles de poetas. Es necesario trabajar el poema , enaltecerlo, darle belleza, que haga vibrar a su autor pero que trascienda el mismo reflejo a otros que nos leen. Porque una prosa acomodada a lo que hay, a veces se repite y no se trasciende. Y si está el verso medido, pues obliga a una métrica precisas en las sílabas y hay que estar obligados a conseguir emociones, la poesía exige una estética perfecta, una necesaria belleza. No es solamente acompasar en lo subalterno, no, es que debemos escribir sintiendo que estamos caminando entre las nubes, que tocamos una cítara, que en cualquier momento nos salen alas y desaparecemos del mundo. Escribir como si lo hiciéramos en papel pautado y fuese nuestra mejor obra. Quizá les exagere pero es así como siento la poesía, porque es siempre para mí regalo, terapia, parte de ser que sabe ser renuncia en lo expreso y por eso se convierte en dolor íntimo, interior, cuando la palabra me da todo. Les confieso que aún me falta esa perfección  que es para mí una parte que me obsesiona. No hay astucia verbal ni homofonía al rimar, porque es mío mi sentir. 'Su magia' está ahí en el ritual que me impongo en algunos poemas  y, a veces, sin  ninguna medida en la prosa. Hay naturalidad si me relajo antes, porque, preceptiva y música, deben ir unidas. Creo que si le tenemos amor al lenguaje podemos ir consiguiendo esos efectos que son  los que nos emocionan, y los que escribimos somos los más interesados. Si 'nuestra Musa' nos complace, se hace dócil cuando exige, le daremos lo mejor de nosotros; siempre necesita que 'le toquemos lo que mejor le gusta de nuestra música, al oído', un poema de amor que la convenza.

Australia Elisa Lattke Valencia

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.