Estáis y se agradece

22/11/10

Zahorí en mi tiempo

  
Me acerco de nuevo a esta hojarasca de mis realidades, con mi vara de zahorí, conociendo la veta de mis fuentes. En el temor  de no ser yo misma porque el tiempo me ha puesto su brazo de amor sobre los hombros... Me sabe, madre y me entiende, mujer. Me pide paciencia y comprensión.


He cedido ante el encanto de verme aún vital para sentir este tiempo mío, de canas y arrugas incipientes que  cambian el paisaje de mi rostro; para extraer algo más de mí misma a pesar del "no sabes nada" de siempre... Porque, sobrevalorando otros cansancios que no  puedo eludir, necesito el albergue de mis fuerzas del bien, sobre 'la charca' de todo cuanto sé y soy desde que era sólo una "ranita azul". 


No he podido resistir su beso para sellar el pacto con la Vida, la mía. El sólo se ha bastado a sí mismo para darme a entender qué me esperaba en este lugar del Universo. Y, aunque poco nos hemos entendido, me conoce; aún sin poder sentirle en lo tangible, como deseamos todos cuando vamos dejando de ser, pero nos tenemos y sostenemos en el. Eso sí, para reflejarnos en los espejos que nos observan, juzgan y reflexionan, sacando sus propias conclusiones; pero sobre todo en los que verdaderamente nos entienden y aman. Soy ya un tiempo en el tiempo  que se hospeda temporalmente y recoge poco a poco, sus pertenencias espirituales. Lo único que me he de llevar conmigo.


Es un juego muy atrevido ser  zahorí del propio tiempo pero es parte de un pasar por todo,  utilizando la vara que busca  e indaga, pero también mide midiendo y midiéndose en el propio tropiezo. Sé que todo acá seguirá a su manera cuando ya no esté. Es recuperable lo que no me pertenece. Pero sólo me preocupa el pulso que le eché a la Verdad con mis sentimientos, a pesar de esas estúpidas sonrisitas, tan desagradables y molestas que minimizan la realidad del que sí sabe por dónde se anda, pero no así de los que aún deben medir los caminos de sus cerebros para reutilizar  con la observación la memoria silenciosa. Los que creen saberlo todo sobre nosotros. Por eso siempre pretenden ponernos la zancadilla, un freno, un bozal. Cuando desconocen lo que los otros llevan dentro.


Si dentro de un segundo pierdo la vida, sé que he hecho lo correcto y de ello he aprendido. 
Sé además, que por mucho que se pida perdón, siempre estás perdonado y se perdona. 
Se vuelve con lo puesto, la energía, pero ella se ha alimentado de lo que necesitaba para sentir quién y qué la carga...  ¡No me eches más peso encima Señor, que he llevado el que me merezco o el que Tú has creído conveniente: ¡Amor!


Sólo te pido que no dejes que la maldad se ponga 'mis zapatillas' al menor descuido. Es que aún me gusta andar descalza...


Elisa

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.