Estáis y se agradece

18/11/10

Como 'vísperas de dolores'...

¡Yo andaba por mi playa tan tranquila

y mi gaviota mendigando vientos,

volaba triste, temiendo por su vida

sobre la nave vil de los infiernos!

 

Ya ves, ¡qué se nos quiebra en éste todo

donde yergue el orgullo de mi raza,

esa mezcla de amor en el reposo

de tanto azar que alzara noble basa!

 

Ya ves, que cuando digo lo que siento,

crezco, y levántanse dentro mar de olas;

surgiendo de mis entrañas tempestades

aunque naufrague en mar de caracolas.

 

¡Ya ves, cómo por mis orillas embiste

la nave del pirata envilecido,

ambicioso saqueador infame,

el cobarde ladrón de lo querido!

 

¡Yo andaba por mi arena tan tranquila

y mi gaviota mendigando vientos,

volaba triste, temiendo por su vida

sobre la nave vil de los infiernos!

 

¡Cómo henchía sus velas disfrazada

y ufano el enemigo se crecía;

asegurando en el llanto de unos ojos,

el insonoro dolor, su felonía!

 

¡Y, encima, reclamando el vil infame,

la castiga creyéndose muy puro;

al ver 'un palomino' por su nave!

¿Por qué un cielo no le llueve con cianuro?

 

...

¡Yo andaba por mi arena tan tranquila

y mi gaviota mendigando vientos,

volaba triste, temiendo por su vida

sobre la nave vil de los infiernos!

 

 

Elisa

2 comentarios:

  1. muy padre tu blog y este poema es triste pero si amas a tu gaviota la entenderas solo abre tus sentidos para que veas lo que es real, me refiero a lo que siente tu gaviota.

    ResponderEliminar
  2. Hay emociones en vuelo que pueden servir mejor a las gaviotas,siempre es bueno pensar que si no se pierden las alas, se puede dejar un buen recuerdo pero ya en vuelo...

    Gracias por tu paso.

    Elisa.;-D

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.