¡FELICES Y SALUDABLES DÍAS A TODOS!
I
A veces, se va cuando ya fuimos
las hormigas buscando taninos en las hojas;
posiblemente nuestro tiempo se cuestiona
en el incierto fondo jamás nunca entendido,
que al volver se pasa hacia el abismo ácido
en plena combustión, sintiendo de lo mismo:
Siembra, retén, unos pasos más al frente
marchando entre las sombras, la niebla de un vestigio;
obreros en ideas de un báculo ferviente
para cruzar los puentes que van al mismo sitio.
II
Se me antoja pensar que somos una leyenda
que se juega su fuego como la vil estopa
y, por mucho imaginar, el mito de Sísifo
en el intento ciego de no servir de ofrenda,
no vemos qué nos pasa, si agua pierde el grifo,
sin valorar el peso de roca cuando toca.
En el jardín circular, tomamos del sueño de ayer, hoy y mañana;
y en cada acción anhelos, deseos, soluciones
y el Cosmos como un horno, funciona con su estopa.
La Vida que nos tiene apenas nos retoca.
La Vida que nos tiene apenas nos retoca.
III
Este Todo en la Nada, será siempre un Vacío
de un dios caprichoso con sus juguetes rotos;
en la espera aprendiendo a juntar sus pedazos
se porta como un buen Padre o siendo nuestro Tío
y, otras veces, mujer, pariéndole 'sus hijos'.
¡Y en la costumbre de la muerte a recibir abrazos!
IV
Siempre será mañana te dice quien provee
del tiempo en recorrido volviendo del revés.
Pero en el fondo quiere, Él, saber que en su Jardín
florecen violetas; y en sus canteros rosas…
Si es que está acostumbrado a aromas de jazmín
y a bellas margaritas cuando él se va a dormir...
¡Este dios os lo digo, nació siendo feliz!
la muerte y el dolor, son suertes del tamiz!
¡Este dios os lo digo, nació siendo feliz!
la muerte y el dolor, son suertes del tamiz!
Elisa en: “Ranita Azul”
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.