Estáis y se agradece

11/1/11

Desde el interior de un pozo... (prosa)



No se puede ser más en el desierto, amigos; con los pies desnudos a la intemperie
y con la soledad sedienta dentro del cántaro donde el aire se concentra 
... y el agua hierve.

Me guardo de equipaje un silencio interior con su ternura; 
mi fuerza.
Me perturba la maldad cuando me asedia la entraña que ha parido las infamias;
me rebelo a la costumbre de lo insano que se disfraza de amor y abraza, 
mientras otros cierran los ojos dejando su vida en las tinieblas.

Hay un ser de rostro sumergido, bipolar... Un demonio dispuesto a la vileza
y  yo, sólo me ilumino a golpes de chispa de pedernal por ese desierto de sierpes y escorpiones,
con mis armas de dardos encerradas en la cabeza. Nos reconocemos en la fragilidad del barro y hasta en el filo de la espada en un relámpago; y cuando llega la oscuridad las alimañas van sueltas sobre el lecho convirtiéndome en una lámina en la sombra.

Pero soy ante todo madre en la hondura de un océano, pero me siento a veces náufraga;
aún soy capaz de perderme alucinada entre las nubes sintiendo la voluptuosidad del contorno de mi esfera y no morirme. Pero sé también que soy como un grito en el fondo del corazón de cualquier pozo donde se ahoga  la razón de un reflejo de luz  ya sentenciado.

Aún el ave nocturna se mantiene en la rama de la muerte pero disfruta de las piltrafas que le quedan de su presa... ¡Picotea, picotea... mientras sonríe ante nuestras narices!
¡No se harta y a su graznar acude la debilitada realidad de la inocencia!

Sigo en mi desierto de madre peregrina; sin terminar mi jornada y estoy demasiado cansada,
me voy dejando la vitalidad que me quedaba cuando medito si más allá debo ver los zopilotes.
-Tengo sed de justicia, mucha sed... ¡Y he lanzado algún conjuro!
(¡Válgame el cielo de mis muertos!) 
Dejo al espacio hacer sus diligencias
en esta enmarañada realidad del tiempo. El mío.
Mi lucha sin descanso por el desarraigo moral que me ha rozado, 
que tocó a mi puerta con su burla. 
-Brindo aún a la vida y por ella...
Me lamento de la cobardía, 
de la falta de argumentos,
al silencio que se lleva la presa por delante  y dicen: 
"que debe aún aprender a volar" (!)
y la presa contesta:
 "¡Sí, Dejadme a mí que soy mayor para vivir mi vida!"
Y borracha de asco veo al depredador
mirarme con burla y descaro, sonreír su astucia.
-Sí, se es mayor para cubrir espaldas, presa mía,
"otros tienen mucho que perder, pero tú, sólo el futuro".
...
Duele por ser eterno el pagano recurso de las almas




Elisa


Recuerdo que hace un tiempo, un año antes me ocurrió algo extraño que puede ser una visión del futuro. Y la recuerdo como una anécdota que me pasó durante mi estancia en el Norte de Europa, todo sucedió en menos de tres días, con la misma especie de pequeñas aves.


Al levantarme muy temprano y dirigirme a la cocina vi una de estas aves que digo. Encerrada dentro de un comedor de verano volaba  por el mismo intentando escapar de su casual encierro, temí que se hiciera daño en sus alas y procuré entrar sin asustarla más de lo que ya estaba, para abrir una puerta hacia el jardín. Lo extraño es que no supimos cómo entro allí. Pensé que podría tener  quizá polluelos que alimentar u otro compañero esperando pasar el invierno, pues estas aves se aparean antes del mismo. Era el mes de octubre pero ya habían caído las primeras nieves. Me pareció muy difícil que llegase hasta allí y permaneciera durante toda la noche en su cómodo refugio, pero bastante frío aunque al cubierto del gélido viento de otoño.

Con mucho cuidado y admirando su gran belleza abrí la puerta para que se marchara. No tardó en darse cuenta de lo que le ofrecía y salió inmediatamente sin ningún temor, rozándome prácticamente una mano. Su instinto  de conservación era parte de su naturaleza para sobrevivir y me despedí con un... Tú sabes en tu medio mejor que yo buscarte la vida, quizá la próxima primavera conozcas a tus hijos  volando por estos lares y te deje alimento, y les cuentes lo ocurrido, necesitamos los humanos de vuestra belleza y cantos. 


Dos días después me avisaban que otra ave se había acabado de estrellar contra el cristal de una de las ventanas. Sabía que esto es   frecuente por estar los cristales impecables y el reflejo del cielo las confunde o desorienta, creyéndolo penetrable en su vuelo y parte del entorno. Salí a ver de lejos dónde había caído y preferí dejarla en ese punto para que la recogiera un familiar a su vuelta, así  no ofrecer a los niños el espectáculo de un sufrimiento porque aparentemente nada se podía hacer por la avecilla y por entonces estaba prohibido tocar las aves por una epidemia, que aún no se sabía si ellas eran las transmisoras . Sin embargo, en un descuido y a escondidas me acerqué a comprobar si aún vivía por si podía brindarle algún amparo. Era de la misma familia de la que un día antes había dejado libre, pero más pequeña y con los tonos menos vistosos. Cuando la alcé con unos guantes del suelo tenía las alas y cuello rotos, aún su cuerpo estaba caliente. Suspiré pensando en la fragilidad de la existencia y en el engañoso cristal al que miramos sin ver... ¡Como los golpes que nos damos por no saber ver con quién estamos o a dónde vamos, como en tantas cosas que nos deslumbran de otros interiores que desconocemos, nos dejamos llevar por apariencias llevándonos porrazos  o una mala experiencia, poniendo en peligro futuro y la existencia, "se ven rostros y no corazones"...- decía mi madre- , como en los espacios acristalados  donde  se estrellan las aves. Era vida, un ave que unos minutos antes surcaba el aire aún sana, joven y activa que  podría haber sentido de nuevo la llamada de la primavera para ser feliz en la naturaleza, pero se había estrellado contra el cristal impoluto de una ventana.  Supe al meditar con ella en mis manos que me invitaba a averiguar un mensaje simbólico y ello me inquietaba; decidí dejarla y no recogerla yo misma, porque esperaban los niños asomados a la ventana a que se las enseñase, y a punto de llorar, pero avisé para que la retirarán; aunque pude hacerlo yo, me ahorré alguna llantina infantil. 


La muerte de las aves siempre me ha impresionado porque sus alas parece que llevaran el viento en ellas, la seguridad de saber escapar a tiempo de todo; pero de mayor supe que no era así, que da lo mismo tener fuertes piernas para correr que alas para volar, porque si hay alguien más sagaz y más fuerte que otea el horizonte, fijando su mirada en nuestras vidas y somos apetecibles nunca dejará de acosarnos para conseguir que seamos su presa, con la esperanza de escoger lo que no le pertenece: nuestra libertad a cambio de otras muertes...


Todavía no había olvidado lo ocurrido y salí al siguiente día fuera de la casa para tirar basuras, encontrándome otras dos alas en el suelo, debajo de un árbol y de las misma especie de aves seguramente por su tamaño, unidas por sus huecesillos pero con sus plumas. Intentaba comprender por qué se hallaban allí sin estar descarnadas, y sin el resto de otros huesos del cuerpo, porque estaban completamente enteras y  emplumadas. eran bellísimas, unidas por  las clavículas y el esternón. Pensé que podrían ser los restos de un banquete de un gato, pero no había una sola pluma alrededor ni tan siquiera rastros de sangre. Tampoco olían mal. Me detuve a dar un rodeo por los setos cercanos y otras plantas, mirando arriba y abajo. Volví a ellas de nuevo y  eran preciosas, perfectas. Me llamaba la atención que fuesen tan blancos sus huesos que las unían. Me extrañó y las recogí a falta de guantes con un papel para mirarlas detenidamente, ver por dónde exactamente estaban unidas. Pensé en las aves anteriores, parecía que todo tuviese una misma relación y cerré los ojos pensando  en lo que debería de ver ante tantas coincidencias,  ligando la siguiente historia cuando ya me dormía, pero preguntándome qué debería saber o darme a saber con ello:


1º) Un ave viva deseando escapar de su encierro y ayudada por mí...
2º) En la siguiente otra que había perdido la vida en pleno vuelo al estrellarse contra el cristal...
3º)Y por último sólo lo que quedaba de un ave, sus alas enteras y sin huesos rotos, perfectas, desprovistas de algo importante, ¡las plumas!
Este detalle  debería tomarlo en cuenta por ser muy significativo y  concluyente en la idea de las aves anteriores... Pues lo que quedaba eran unas alas nada más como esperando el resto de lo que no había madurado, de lo que aún necesitaba emplumarse para sentir su cuerpo y aprender a utilizar sus apéndices  emprendiendo un vuelo... ¿Qué vuelo?- Me preguntaba en ese momento, sin saber que un año después tendría la contestación de lo que se me había enseñado por casualidad, descubriendo así lo que le estaba pasando a un ave mía y de mis propias entrañas.


Con gran pena aquella vez eché los despojos en la basura meticulosamente envueltos en una servilleta, pero seguí preguntándome: ¿que pudo pasar con el resto de su cuerpo que no llegué a ver por ninguna parte, ni tan siquiera unas plumas o un hueso?, mientras rezaba una oración seráfica. En este caso  hoy pienso que es lógico que cuando el alma no está equilibrando a un cuerpo, ese sufrimiento la haga desaparecer porque no es dueño de su esencia, que es su salvación. La mente gira alrededor de quien hace el mal.


Hoy , pienso, medito y callo..., pero me viene este recuerdo de lo ocurrido conociendo que el mensaje era una advertencia: 


"Tres cantos"... rotos... ¡rotos! (...) Significativo para quien sabe leer y sabe a qué cantos me refiero.
 ¡El primero fue en libertad, pero ya encerrado pudo liberarse. Pudo pero no quiso contar y 'cantar' con ayuda y a tiempo! 
El siguiente podría ser que así lo vieses, que así pasara y que sufrieras por todo ello más de una terrible experiencia a punto de pensar en lo peor, aunque no fuese una pérdida física y sí psíquica en la avecilla, fue consumada y un 'cuello roto' es un símbolo porque sostiene una cabeza donde es el corazón el que irriga un cerebro y este piensa o es capaz de si quiere o, puede hacerlo; que fue engañado por el aparente y transparente  realidad que no era lo que se esperaba...
Luego, la tercera experiencia me hace pensar en las alas desprovistas de plumas pero perfectas para madurar y volver a llenarse de ellas... Las únicas capaces de escapar de 'la cómoda jaula',lo que le quedaba a la avecilla, las únicas que hay que cuidar por servirse de ellas para recuperar el cuerpo y el alma que le han robado. 
y a todo esto me llega un recuerdo de mi infancia con un consejo a mis oídos..., es ahora tuyo y te lo debo: "Recuerda siempre lo que tienes y llevas en tus sueños, unas alas que te dieron al nacer aunque no las veas; y ellas son las que te invitan a volar en caso de peligro, pero también a crecer aprendiendo sensatamente de la vida, a conocerlas en la pureza de espíritu sin que corrompan lo mejor de los principios inculcados; ellas son las que te enseñan el mejor impulso y a saber quién y por qué se te hace e hizo daño, para que conozcas el peligro y saber escapar a tiempo de sus garras, tal vez alguna vez sepas en el silencio que tus alas se sienten cuando Dios está a tu lado"... 


Se ha pasado un tiempo fértil de primavera, de nidos, de ilusiones y vigilia; y de quien te dejó o o puso 'un cebo' fácil a tu vida para que 'picaras'... a sabiendas de que lo harías... 
¡No, no supiste ver el engaño más allá de las apariencias de 'un cristal transparente' que frenaría de forma traumática un vuelo hacia  una deseada libertad. Pero aún te quedan dos alas para saber cómo recuperar la fe y con ello el resto de tu cuerpo y su esencia, lo único que no podrá ser de un maldito depredador, cuando sabes por tamaño físico y gran contenido que  todo consiste en la astucia del  que más piensa  y no del "pensador"...Un saber volar  fuera de su onda de alcance y cómo utilizarlas caca día. 
Recuerda que  tu suerte depende de un vuelo silencioso. Que hubo un simbolismo más que estuvo suspendido en el aire ante estos ojos que casi todo lo ven... Pero no más de quien todo lo sabe... 
Por eso es difícil que me mientan, mi alma tiene siglos y no es mía como la tuya. Aprende a conocerla y a saber lo mucho que en ella se guarda. Puede que sepas averiguar porqué sigo donde estoy y donde debo. No juzgues lo que desconoces aún.






...
Y como digo en mi poema anterior:
*Por eso hoy me duele mucho más por ser eterno el pagano recurso de las almas.*


("Mater prudentísima")

Elisa
Oct., 25/2010

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.