¡Señor, pavesa soy, llama de un fuego
sin ruido en la caricia consentida
navegando en la sombría oquedad
de unas pupilas;
allí donde me dejé las manos
y los labios de testigos
con el sueño del ave deslumbrada
de un vuelo y su momento...
hacia el astro tibio en tus azules.
Ahora soy del silencio la innombrable
en el ruido de las voces y las sombras;
un gesto del aire cuando falta,
sumiso al devenir
de otra hambre y su sed, tú lo quisiste.
Señor, mi proa se dirige al río de mi sangre
e incisiva desliza a mi tiempo que aprisionan
los sargazos de las aguas que convidan,
donde bate el movimiento entre la espuma
y, debajo, el coral y un banco con peces de arrecife,
cuando sólo veo mis manos temerosas
recorrerme la vida en un segundo
y no puedo acostumbrarme,
a no sentir las mías entre las suyas.
Elisa
Feb/2011
sin ruido en la caricia consentida
navegando en la sombría oquedad
de unas pupilas;
allí donde me dejé las manos
y los labios de testigos
con el sueño del ave deslumbrada
de un vuelo y su momento...
hacia el astro tibio en tus azules.
Ahora soy del silencio la innombrable
en el ruido de las voces y las sombras;
un gesto del aire cuando falta,
sumiso al devenir
de otra hambre y su sed, tú lo quisiste.
Señor, mi proa se dirige al río de mi sangre
e incisiva desliza a mi tiempo que aprisionan
los sargazos de las aguas que convidan,
donde bate el movimiento entre la espuma
y, debajo, el coral y un banco con peces de arrecife,
cuando sólo veo mis manos temerosas
recorrerme la vida en un segundo
y no puedo acostumbrarme,
a no sentir las mías entre las suyas.
Elisa
Feb/2011
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.