Estáis y se agradece

18/4/11

Firmeza


Decidme si soy yo 
con este agitar que mueve 
mi vida cuando aún late dentro. 
Decidme que mis pasos 
a pesar de todo, en lo bueno de lo malo 
han llegado a la cumbre de mis blancas canas; 
y por cualquier sitio nevado de mis años 
se acostumbra a perpetuarse un hielo delicado, 
sin que amenace arrastrarme en su avalancha. (alattkeva)


En las notas del viento recojo el vocerío balbuciente de la lengua 
y, cauta, me descubro en la palabra despeñada por... algún borde... 
Me sostienen, los cimientos que me dieron en plenitud de ideas 
y la firmeza de las convicciones en el glosario de la fe; 
mi temor no se lo atribuyo al Dios que conocemos 
y sí, a los miserables e imbéciles dioses sin cerebro 
tan orgullosos de servir al propio cieno; 
los que enarbolan su infame condición 
surgiendo del abismo o, lo que es peor, 
holgando su machismo en su sitial de siempre.

Esta seguridad de ser no me sorprende. 
Porque sé cómo se pule el alma de una piedra 
y por cada brizna de su polvo yermo, 
se le tornea el corazón dándole forma 
¡Y se endereza! 

Esta seguridad me permite interrogar a la piedra.  
Desde la paciencia me hice ave para posarme en ella 
y sobre el surco de mis semillas le saldran alas... 
Será otro el suyo, un surco en libertad y bonanza. 
Porque esta seguridad de ser quien soy para lo que estoy 
nunca vuelve de vacío de su silo,  
va recogiendo del cuenco de otras manos 
las gotas que necesito, para mi sed en el ahora; 
precisamente por saber quién me da más 
y dónde hallar ciencia de amor de mi ágrafo río. 

Tal vez mañana... 
esta lluvia de palabras 
se la beban las piedras con el tiempo 
y de alguna extraiga en su veta interior, 
la sincera plegaria de mi alma. 



Elisa 
2011/ab/17 

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.