Cuando el delirio se ceba en la sombra
y nos dan a beber sus iras en tormenta,
nos vamos haciendo en la palabra leyenda.
Cuando somos los de la mano tendida
en el rumor de los signos,
vetustas realidades con báculo
y depósitos del tiempo que precede,
tememos a los temores que se callan.
Hay poco por decir y demasiado oculto
pero, nosotros, esperaremos a las nadas de la ira
porque sólo así se mata el tiempo que nos queda.
Recuerda tú..., que debajo de las hojas de los tréboles
está el suelo que pisas y aún pisamos, medítalo
que la suerte es para quien consigue el suyo
y, erguidos sobre ella, estamos orgullosos
de sentirnos hijos de las estrellas y del Creador;
aprendimos a servirle dando la cara...
Sin historias extrañas
de esas que avergüenzan,
por eso no se teme a las nadas
y si a la cáustica sensación de las palabras.
Hay sensatez, pero sobre todo pudor,
respeto a los demonios que se visten de dioses pequeños
No lo dudes, pero en su infierno, no en mi casa.
Pero sí temor y amor al que sostiene el alma,
por eso protegimos sus semillas.
¡Y mira en qué manos cayó una de ellas!
¡No, no culpes a tus Viejos de tus desgracias
pero dame el cuello del demonio
y sabrás del culpable!
Recuerda que fui hálito,
en el aliento de un depósito de dudas
teniendo la esperanza en las entrañas
y por servir a Dios desde mi fe,
no me arrepentí...¡Y di la cara!
Entonces, la duda era una flor
y Dios ayudó a cultivarla.
¡Ahora no sé qué decirle al Amor
y mucho menos a tus demonios
ni a su alto jefe mayor que los domina,
cuando ha acabado con mi paciencia
y ha roto el corazón de los míos!
Sí, he cambiado porque no acepto
guardar a un corrupto sus espaldas
¡No es fácil rebajar la esencia de una rosa!
Y el que peca paga, ¡porque te pisoteará el alma
y empezó cuando nombró sus cenizas...!
No, no puedes ser la flor del trébol todavía
mientras te tenga en sus manos,
porque cuando no hay temor de Dios
no perfuma mi rosa
¡Por eso "he cambiado",
por ella;
porque a las dos
nos siguen doliendo las entrañas!
¡Si no entiendes que esto es amor, márchate!
Que Dios, siempre acompaña.
Elisa en: "Salambó"
Ab/2011
*No pesa la mochila del sembrador, sólo pesa repetir el tiempo si no germinan sus semillas.*
(Salambó- Año de Esperanzas.)
Un desafío puro al Amor y a la comprensión. Siempre estamos y estaremos aquí para ayudar a quien lo necesita. Tengo buenas vibraciones y esperanzas, porque un ser inteligente y sensible sabe dar el paso, quitarse el disfraz que cubre su alma y mostrar su verdadero ser. Siempre acogeremos a nuestra sangre cuando lo pida, pase lo que pase y no importa lo que haya tenido que hacer para estar donde está. No es su culpa. Ayudaremos a este ser a desprenderse de aquello que evita su evolución. Nunca hemos sido amenaza, aunque se le haya hecho creer así. Las puertas están siempre abiertas. Da el paso y ENTRA!
ResponderEliminarGracias, amor, mi niña; pero esto es sólo parte de lo que se nos da para que aprendamos y no repitamos curso. ;-)¿Debe ser no? De lo malo se aprende y de lo bueno que se repite, ya es un regalo. Pues hay que intentar hacerlo mejor para que nos premien más a menudo.
ResponderEliminarTe quiero.