Estáis y se agradece

27/7/11

Senectud II


Se pierde el pulso al vislumbrar el tiempo que aprieta este hoy sediento de paz y de equilibrio.
Pero no existe o no llega...
Ves cómo los árboles secos enseñan sus raíces junto a la hojarasca cubriendo los caminos;
saben que todo queda atrás,
que no hay más equipaje que el de los sueños de su savia.

Pisaron fuerte bajo el cielo para sostenerse erguidos
y, aún firme el sólido barro del polvo que levanta tantos vendavales absurdos, terminan por quedar desnudos. Lo han dado todo a sus semillas y nuevos retoños y sin nada para sostenerse en su última etapa,
son señalados por las ramas más jóvenes que buscan su espacio y se les maltrata.
Ellos saben que ya se sienten estorbos para sus vidas si les tapan el sol que necesitan.


Tristes y envejecidos se desgastan en su invierno biológico
meditando que no lo pudieron hacer mejor de lo que esperaban... ¡Al menos cumplieron con la naturaleza dando frutos y semillas, enfrentándose a todas las estaciones y mejorando el presente. Aunque muchas limitaciones e inexperiencias mocharon sus deseos, pero dieron un fruto robusto y sano en su principio y fue bien atendido... ¡Pero las ramas reclaman y el tronco se conmueve!

Entonces, la torpeza ajena se le endosa al árbol como un micoparásito cuando sus proyectos acaban y, esa misma que era y es su responsabilidad y no la suya, se agarra a su bastón como 'zarpa' de enredadera y avanza como puede porque su esperanza se oxidará sin ellos cuando no estén sin haber podido abrir los ojos al sol de sus días, creciendo por su cuenta porque la poda a destiempo cambia todo lo que era armonía en el desarrollo de un buen ejemplar sano. No comprenderá que un microorganismo ajeno lleno de soberbia endemoniada y dañina, sólo pensaba en sí mismo; ha insistido para cambiar su esencia y acomode su futuro a su sombra y chupe alimentándose de diferente savia cambiando su química; sólo deseaba evitar que subiese por encima de su realidad y estuviese en un puesto mejor, desde donde poder mirar otro horizonte consiguiendo armonía con equilibrio. El raquitismo mental produce retrasos en los bosques del alma, y el que fumiga a los seres vivos estando sanos, cambia todo lo que les protegía espiritualmente el corazón, se lava las manos de su contaminante y señala a las raíz progenitora de sus vástagos como culpable. Las maldiciones de sus muertos cruzan el aire que respira la especie dañada, por los falsos y opresores de la belleza verde.

El dolor no se hinca ante el mal que frena el crecimiento de los hombres de bien, ¡es el quien debe arrastrarse a la morada de los dioses y pedir perdón a su especie! 
-¿Qué y quién devuelve la normalidad al alma de los bosques profanada su paz y su equilibrio?... ¿Cómo borrar del recuerdo el rastro que gravita de 'lluvia ácida'?-
...

Hubo un tiempo verde lleno de luz y se llevaba encima.
Éramos más en la fronda y nos entreteníamos en futuros
y cuando la sed apuraba, acudía el agua sin pedirse.
Hubo otro tiempo del hombre honrado bajo el sol
entonces las noches enseñaban sus estrellas más brillantes
pero se han podrido los sueños al perderse el respeto y la decencia.
A los mayores se les aplica lo que se merecen "porque sobran o son inútiles". Tal vez molesten por saber demasiado, por indagar en su memoria lo que no favorece a tantos sinvergüenzas y canallas, que aún se aprovechan de los seres sanos y se holgan felices a cambio de su mierda, que en cima sacan en cara porque se saben fuertes y ostentan la ventaja de persuadir a los débiles o dependientes de su suerte y, algunos estómagos agradecidos defienden cuando han desvirtuado con sus malos resultados algún bien que pudieron hacer alguna vez. Encima, reclaman que se les rinda pleitesía, se les agradezca y se les recuerde como buenas personas. 
¡Esa fauna depredadora debería estar extirpada de la faz de la tierra!

La corrupción se ampara y protege para ser reconocida por lo que no es, poniéndose su máscara para engañar a los débiles, reparte números y papelinas donde escribe consignas de cómo ser para vivir del cuento que no se aplica; y lo hace en todas partes donde se asoma e invita a los amigos dejando ver apariencias, mientras la observa la Duda acojonada. La maldad sigue drogando la Esencia de Dios con la mentira con tal de mantener sus privilegios. Sabe cómo ser oportuna contando lo que conviene y sabe a quien... 

Por suerte las ilusiones son las que fueron si miramos contenidos reales cribando el trigo de tanta paja, no lo que se quiere que pensemos y veamos para su conveniencia. Hay ojeras llenas de nubarrones amenazantes y orejas donde se esconde el espanto ante lo que escuchan. Los Diantres lucen sus mejores palabras alrededor de lo que pueden vigilar y dominar evitando que se les escape nuevamente "de las manos". La espada de Democles sigue encima de los que creen en Dios y su esperanza, pero aún cada Diantre hace de las suyas, ríe en sus barbas y repite lo que amedrenta o conmueve a los que callan y no le plantan cara, huyendo de su presencia tan nefasta. 
Y por otro lado, la infatigable tarde mira por los parques y halla en los bancos a lo sueños caducados con su traje pasado de moda. Piensan y meditan en lo que les ha pasado viendo a los hijos de sus hijos sin trabajo o con un diantre metido en sus vidas; pero se mitiga deshilachando recuerdos, adornando frías hornacinas de imágenes cansadas por si el azar florece en sus manos. Las oraciones pasan por su lado enjugando lágrimas y se tambalean las palabras en sus labios marchitos. "Babean años" -Opinan los que se hartan de esos viejos que aún saben pensar... y aconsejan, entonces les enseñan cómo tratarles cuando no ofrecen utilidad práctica, es la manera de tumbar conciencias que les señalan como autores de lo que ha corrompido el respeto que se les debían. No engañan, sólo recuerdan quien manda y puede cambiar 'su mundo'. Se encoge El Miedo y calla.
...
Por si fuera poco... "No hay trabajo para todos". -Comentan las noticias.
La falta de Amor no quiere intervenir donde ha fallado tanta promesa desgraciada.
La responsabilidad dialoga en sus reuniones con el estómago lleno, segura de lo que nunca le falta.
Las vértebras de Dios están vencidas y la insensatez busca en los burdeles de paso, alegrías o la complicidad placentera sin amor, pero critica la generosidad que les aguanta...
Vocifera la ira alimentada por habilidosas falsedades y hace que vomite en la mesa impertinencias humillantes. El dolor desea estar muerto. La canalla, ajena a todo lo sucedido, sonreirá detrás de su máscara.
...
Esos 'viejos árboles' se preguntan:
¡Para qué la vida ante los que inoculan el mal!
Siempre escoge a los débiles que creen en el Amor y se les cuenta lo que conviene, lo que ha de proteger a esos otros que llevan la tijera de podar en la mano; lavan su engaño ante el dolor amedrentado. Es el fuerte, el que ostenta una parcela de poder y se defiende de sus irresponsabilidades valiéndose de aquel al que pisotea y de las ramas idóneas, hace leña y se le escuchan y las hace azote de su propio árbol; porque es la única forma de acercarse y que le crean. Se muere la Verdad dentro de su convicción y el tiempo se encarga de hacer justicia cuando sus víctimas, quizás, estén muertas. Y cada diantre sonríe por los resultados y, mientras, se rompen corazones y se juzgan almas.

Nadie aprende la lección ni mira hacia atrás, 'los microorganismos' haciendo de las suyas, leyendo la historia y no se la aplican. La Vieja Experiencia no cambiará las cosas pero evitará que se repita. Y, a esos otros, los políticos, les importa 'el subidón' de su revancha
como a los vulgares diantres de mi prosa en los resultados de su ardid. Saben quien les conoce.

Piérdese la esperanza en sus sombras de combates morales, como quirópteros insectívoros en la noche y ritmo y pulso en el ya no somos..., cuando succionan vida. Quédase el temor entre los dedos soportando nadas y dentro de las miradas se mantiene el reposo peregrinando por los límites del tiempo que le queda; en los surcos de carne sembrada con sus semillas secas por haber sido profanadas, latiendo los vientres que las dieron injustas ansiedades.
...
Aún hay intrigas para enterrar el último sueño valiéndose del chantaje emocional pero aplicándolo a los inocentes, se le endosan todos los males porque son los más idóneos y menos peligrosos... -Alguien se sobará siempre las manos lleno de gozo-
 La valentía se sorprende del que demostró las gónadas más grandes 'mojándose' por los suyos. Sí, ése, precisamente es el que sobra en el bosque de los ilusos
por querer saber la verdad y, el depredador campea a sus anchas, se ha cobrado su pieza.
...
Mientras, se llega al último peldaño. Queda el consuelo de saber que la verdad nunca tiembla bajo las estrellas o, como escribía el dramaturgo Alejandro Casona: "Los árboles mueren de pie" 


Elisa

2 comentarios:

  1. Son varias reflexiones, actualidad viviente. Me ha gustado mucho, Ranita. Da para pensar largo rato, necesaria lectura. Un abrazo.

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  2. ¡Oh, querida Julie, gracias!
    Meditaba sobre la realidad que por momento s nos rodea de diferente manera por estos cortos días que pasamos en familia mientras nos vamos a otro sitio por un tiempo.
    Lo que observaba al otro lado de una acera o desde una terraza de un restaurante intentando meterme dentro de cualquier vetusta patria interior, la de los ancianos y cada cual llena de guerras y de contiendas que sé que todos llevamos a nuestra manera mientras envejecemos y, en la que se nos pierden los sueños propios y los ajenos, cuando los tomamos para sí sensiblemente y queremos desmenuzarlos; observaba a dos ancianos mirar desde una ventana en una calle, mientras nos servían en una terraza una mesa cargada de variados alimentos. Entonces piensas que hay cosas que se callan detrás de los que pasan y miran, que dentro de las apariencias hay un montón de ellas y los seres sensibles somos como receptores, hasta que llega alguien y nos despiertan de ese letargo de las ideas y nos vuelven al mundo preguntando: "¿Qué vas a pedir...para cenar que faltas tú?" ... Desearías por una vez en la vida, no pedir nada y levantarte sentándome al otro lado donde estaba mirando y meterme en la piel de los otros. Quizá, ya he estado... y eso es lo que me sorprende más cuando expreso lo que estoy sintiendo como semejante.
    Me hago mayor y sé que es poco lo que digo, aunque sé también que podría haber sido mucho más dura mi reflexión.

    Un abrazo. Elisa.

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.