Estáis y se agradece

4/10/11

Importan las mieses


Me importa como se desgrana el maíz y como se siega el trigo.

Tendida estoy al aire de mis ideas y me duelen más que el cuerpo.
Golpea el viento de un otoño terminado sobre el grano que se seca al sol. Mi vida... Sigo sintiendo turbia la existencia del alma, ligera. Hay un tiempo transparente; otro, sin retorno y sin misterio que acompaña despedidas en esos otros que nos precedieron... "¡Pero, podrías ser tú!", me dice algo interior... "y en cualquier momento puedes ser parte de lo mismo, sólo eres una más, un ser quemando sus recursos físicos, un alma a la que el traje se le va quedando holgado o estrecho, según se piense...".
¡Mi alma ya quisiera flotar fuera del mundo y sé que ya lo ha hecho!

...
Dejaré de ser como de todos modos en cualquier instante pero seré tiempo de dolor en el inmenso océano de mis sueños o de amor, para quien sí me ha querido y respetado. -Sólo una ola necesita del mar para saberse inmensa-

Nosotros, los de las alas rotas, guardianes entusiastas del verbo, los de las palabras cansadas por repetirse tanto; la verdadera o encriptada en su metáfora según conviene a los de ambarinos soles con el amor a cuestas; los de los dilemas y temores al hombro, pisamos arena candente; y yo, llevo el Caribe dibujándome el rostro… Nos espera la isla del tiempo, resignación o temor, ah, creo que me siento bandera azul en cualquier playa de algunas almas ajenas o tal vez... una sola sea la única. 

¡Vosotros, los que desgranáis los frutos, los que no se dejan en el silo, los que se llevan encima hasta la muerte; los que lloran ante la llenura de sentir verdadera hambre de verdadero pan!... Los que dejan las gavillas perdidas sin recogerlas… Los que no nos llevaremos nada a la boca, los que cavamos la fosa con palabras prohibidas, sólo huimos del dolor de la Vida y nos espera sin el, el mejor sentimiento en alguna parte. 

Es hora de hacer historia, abrazar la misericordia Divina, nada acá se nos ha perdido aunque siempre fue importante. Era misión. ¡Pero nos gustaba la vida y el amor para sentirnos vivos! Otra vez será, nos importa ser así, no cambiaremos. ¿Qué pecado o falta hemos cometido? ¡Cuando sólo damos amor y hablamos de amor y su ternura y, a veces, creemos llevarlo todo encima! 

Sí, me importa como se desgrana el maíz y como se siega el trigo a este lado de mí misma. El silo necesita de mis cuidados y la siega vuelve a sentirse dentro de mi alma.


alattkeva-Jul/09

2 comentarios:

  1. Sí, amiga, me encanta recordar cómo se siega el trigo, cómo se desgrana el maíz... Cuando era niña me sentaban en un trillo mientras la mula daba vueltas a la mies, aquel trabajo ya no es el mismo. Todo en el campo requiere su tiempo. Muy hermosa tu entrada.

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  2. Julie: Estaba , como todo lo mío, algo alejado de mis recuerdos y alguna amiga ha estimulado a que los guarde, haciendo que recordase algo referente y aplicable al plagio, digamos mejor, robo descarado de las ideas... Por lo ocurrido a Tati Cascada. No sé si llenará al buen entendedor lo que encierra la metáfora que envuelve y desenvuelve la labor honesta de quien se esfuerza o se inspira, extrayendo algo digno para ser leído y llene deseos dándole la ventura que merece, dejando el alma al desnudo. Pero sí sabemos que si se hace, es porque lo dicta la angustia de pensar que vivimos para dejarnos algo nuestro, aunque sea el cultivo de una rosa en un macetero o la caricia dada el infinito.

    Un beso y gracias por tu comentario, Julie.

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.