Estáis y se agradece

28/11/11

Mujeres maltratadas

Has mujeres distantes de sí mismas
abrigadas de hilachas de otros sueños
con el aire midiendo sus empeños
de brillar siendo joya como prisma.
Hay mujeres suspirando madrugadas,
se empeñan en volar a las estrellas;
no se quejan al amor y sí de ellas
por sentir a sus alas ya cortadas.
Con los llantos del tiempo en su cabeza
como témpano de hielo en sepultura,
han perdido salud y su hermosura
y se mueren sin lucha y entereza.
Las hay engañadas, que se piensan
lo que dicen ingratos amoríos
y resisten arrastrando sus vacíos,
empeñando su vida, los dispensan.

Enredadas de cuentos las consiguen.
Le temen al murmullo de sus noches;
las vigilan e humillan los fantoches
e, insomnes, las acosan y las siguen.
Hay mujeres vejadas como amantes
y esas otras que nunca los quisieron;
unas van caminando agonizantes
y otras claman dolores justicieros.
¡Entre todas, formando ramilletes
de mágicos destellos e ilusiones,
se las oye su latir de corazones
pidiendo sólo amor y no grilletes!

...Hay mujeres que se fueron para siempre.


A. Elisa Lattke Valencia 

2 comentarios:

  1. Qué hermoso poema, Ranita! Cuántas verdades encierra. Te felicito, amiga.

    ResponderEliminar
  2. JULIE: Me honra tu visita y hago de tu deferencia el mismo propósito. Gracias y un beso
    Creo que le di una toque a un par de versos, pero se la daría mejor a quienes osan dejar tan terribles situaciones como las que pasan y son 54 asesinadas en España.

    Un beso.

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.