se engordan los pensamientos,
los honestos sentimientos
de la vida que los labra...
Para un lenguaje que se abra
en vía de ser creído
y con amor poseído
para sentirse en el cielo,
ha de ser tiempo y consuelo
del que lo siente querido.
Porque quien viste de andrajos
elige su corazón
por su pecho la razón
aunque escoja los atajos
Los del alma y sus trabajos
lo de hacerse a su escudilla
sin olvidar lamparilla...
pisando firme destino,
y no sabe si con tino
por repasarle cartilla.
Depende como se tome
realidad por este mundo,
siendo poeta y profundo
le ataca su comecome.
Y evitando que desplome
lo tanto que se apostado
por levantar el solado
de ilusión que lo mantiene,
del tiempo que se entretiene
desnudando lo que ha dado.
Elisa
Precioso poema!!! Te admiro. Besos.
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