Elevo mirada al cielo
y al horizonte mi pluma,
es un vuelo de gaviota
atravesando la bruma.
Y aquí llega esta rana
a leer de una dulce queja,
lo que se siente por dentro
cuando el amor aconseja.
Que se ha pasado la vida
que nunca pasa el dolor,
que nadie remedia quejas
y menos las del amor.
Y al horizonte mi pluma
y ese gesto lleva un vuelo;
dejo navegar los sueños
que no sirven de consuelo.
Que lo que quiero con alas
se lo va llevando el viento,
y con el mi corazón
atado a mis sentimientoS.
Ranita
.
Hermoso poema que dice tantas cosas en sus versos, llenos de un sentimiento profundo.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche,
Rafael
Tarde, sí, tarde porque voy agradeciendo el paso de los amigos ahora que puedo, pues pongo sentido al comentario y es un estímulo el que me regalas.
ResponderEliminarElisa