Mi experiencia avizora me despierta
por recordar qué somos en el mundo;
inclinando cerviz, meditabundo,
ya me sé lo qué sopla tras la puerta...
Debemos constatar si nuestro ombligo
puede aguantar su barro por si acaso;
no sea que 'la vasija' a cada paso...
no soporte tropiezos sin religo.
Es que me sé un poco descuidada,
digamos que confiada, voy segura,
y olvido que también soy observada.
Frágil vasija en barro nuestra hechura
para quien piensa hacer mala jugada
y nos rompe en el 'molde' la armadura.
Asegura atadura,
pues el barro lleva alma y se defiende
de quien olvida la suya y no atiende.
auslava-12
Hola ¿eres Ranita Azul?
ResponderEliminarUn saludo,
Rosa María Milleiro
Siempre he sido "Ranita Azul", apodo desde mi infancia. Gracias por estar por aquí. Debo una tira de visitas a los amigos pues sólo pensaba en mí durante este tiempo, bueno, en un nexo que ocupó y aún ocupa el mismo, pero ahora pienso en mí más que nunca y en la luna que refleja en la charca... La poesía aparte de otras cosas que valen la pena mientras piso este suelo. Gracias y un beso. Elisa.
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