Lecciones bajo la sombra de un árbol...

La Verdad es como un árbol, altivo para levantar los ojos y admirarlo por su belleza; fuerte y duro para aguantar el frío y que no cedan sus ramas y tronco ante los embates del viento; frondoso para mantenernos bajo el y podamos sentirnos abrigados y seguros.
La Verdad siempre es también como un pensamiento que se desnuda sin temor alguno ante las miradas puritanas de los falsos, el es como un ave que al levantar el vuelo enseña su bello plumaje y es feliz de desplegar sus alas seguro en plena libertad.
Cuando echas a volar una bandada de pájaros de amor siempre hay quien mira al cielo y recoge su belleza.
Las migraciones del pensamiento son reconfortantes, son un espectáculo que conduce a pequeños paraísos interiores para saber expresar lo que sentimos; es 'la sabiduría' que se nos regala desde el nacimiento, ella es Dios si Él permanece en nosotros y si la buscamos nos conduce a su interior, nuestro primigenio espíritu.
Si sabes cómo conducirte por entre esas 'iluminaciones de la propia naturaleza humana' -sin pagar por ello-, porque es una gran desconocida por el estrés o la prisa y sobre todo por la incredulidad, sin ser prosélitos explotado por charlatanes que desconocen las verdades eternas, puedes sentirte mejor ante los avatares de la vida. Ella, al hallarse en nosotros se comporta como algo más de nuestra condición humana y no sólo reconforta, da, regala suscita ideas, nos colabora e ilumina si tenemos Fe en nosotros y nuestros recursos; ella es luz interior que ayuda a hacernos sentir la Vida de la manera en que deberíamos permanecer más a gusto por ser parte de ciclos naturales, de ausencias necesarias de compromisos adquiridos antes de llegar a este lugar donde se nos prueba los sentimientos, el alma, la razón de ser para sentir y poder saber qué hacemos con la esencia de lo que es bueno para nosotros y el resto, ella está dentro de ricos y pobres. No da más dinero, ni saca de pobres, sólo es el medio del Bien ante el mal.
Quien la siente estando en reposo recorre la médula espinal y se redistribuye al resto del cuerpo. Ella sabe cómo extraer de nuestros anales de memoria lo que ya hemos conocido y percibido con los sentidos, entender lo que a veces es difícil comprender; conocer lo que creemos no haber visto o sentido jamás diferenciando lo falso de lo cierto mientras miras las cosas con otra mirada o a los ojos de nuestros semejantes. Parece un juego de magia pero al dominar la realidad inmediata se intuye su fuerza espiritual. Es por eso que son muy pocos los que nos pueden "tomar el pelo", pues sólo pierde la inocencia quien ha perdido su alma; por eso no se halla en los espíritus materialistas o seres limitados cuya evolución no les lleva aún a plantearse la Vida en un sentido elevado del pensamiento.
alattkeva.
Interesante reflexión la que nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Rafa, a ti por tu paso, mi buen amigo.
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