Será que por las tardes,
pudiera algún lector ampliar sus horizontes
y reeditemos las preguntas sin agigantarlas,
imaginando cambios a la medida, de los años que transcurren…o no
Yo, que se de la historia y he leído la segunda novela de mi vida,
vislumbro en un perdón de mar profundo, la tercera entrega del ocaso.
No, ya no quedan lagunas de esplendor y nada por mí será dictado ya…
Ni pretendo alcanzar las copas rotas de los sueños de papel.
Observo mis respuestas, danzando libres en mis adentros
y el pensar en otros…que pasearan por mis recuerdos como un escáner
me produce estertores.
¿Quién será, que muerda o suavice mis heridas?
¿Quién osara reordenar mis ideas, sin partitura, notas y acordes?
Siento que, he de dictar testamento con instrucciones claras
para que cuelguen mi corazón al viento.
Que en invierno destile bajo lluvia poemas de esperanza,
y a pleno sol, se descascare de caricias fantasmas
y sus rayos lo ranuren una y otra vez abriendo las heridas
para que nadie lo alquile y siga aprendiendo a escribir Poesía,
sin dejar de sentir jamás el dolor profundo de las guerras
de las listas de Schindler, del peligro latente del odio y de la envidia,
que se haga recuerdo en canción que hable de libertad siempre.
Para luego caer en el pecho de un niño que ha de conocer los misterios de la vida
orientando a los amantes para que aprendan a no vender sus almas.
Yo deseo, que la magia del amor sea respetada,
que algún día las lenguas que hablan lo importante, no sean cortadas.
Se abrirán los espacios del mañana, solo entonces sabrás que te hago falta.
Rossana Arellano
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Gracias por ofrecernos estos versos tan originales y bellos de Ross, Elisa.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
Te dije, Ross Arellano Guirao, Amiga, que si lo traigo aquí me hago un regalo, porque el abrazo siente,
ResponderEliminarporque la vida une
el corazón sincero
y la mirada sin yelmo,
que no teme a la otra
compartir la palabra.
Un abrazo.