Estáis y se agradece

18/7/14

Puentes...

Poder: "Si la piedra cae sobre el cántaro, desdichado cántaro; si el cántaro cae sobre la piedra, desdichado cántaro; de cualquier manera es siempre el cántaro quien sufre."

Se acostumbra la vida a andar lo andado,
donde cualquiera sin nombre 
engendra sueños,
donde cualquiera teme al viajero
llegar lleno de adioses...
y pedir no dejar
la estancia solitaria.

Se acostumbra la vida a ver caminos,
a seguir su surco de memoria
tendiendo las manos hacia el cielo
a falta de sus pasos por los puentes.

En ese deambular 
duele la hondura, el alma se estremece
y se escucha, que no importa,
que lo que ha de sentir la vida
ya lo sintieron las sombras.

¡Nadie tiende puentes en los pozos
o delata la presencia de los pasos;
ni la oscuridad indómita 
o el amanecer enardecido
y esa costumbre de ser 
sólo un preámbulo del sueño!

Quien lo diga o lo piense
como si fuese un pozo herido,
es que se va el alma hacia su hondura
negando al silencio otro grito más;
para buscar quién lo habita,
 y ver en los ojos del agua
una luna...
Tan peregrina ella saliendo de su nada
que fue suya,
reconociendo ser el huésped infinito.


A. Elisa L

בריקן 

2 comentarios:

  1. Puentes que cruzan pozos y almas que los atraviesan temblando.
    Un abrazo en la noche.

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  2. Amigo, Rafa:

    Se acostumbra la vida a oír la mentira,
    acatar al más fuerte siendo obediente;
    a servir a la idea,otra diferente,
    por temor a sentir el pesar de su ira. Y pasamos de ser los raros de siempre.

    Gracias amigos mío.

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.