Los años nos dominan y sentencian,
nos miden cada ciclo y languideces
cayendo en la zozobra que da el mundo,
comprendes con temor y palideces.
Foto: alattkeva-Suecia/2014
¿A quién si hay soledad acudes y lloras?Si Dios dice ir del brazo de la vida
también es nuestra cruz en el silencio,
de absurdo en su misterio porque guía...
¡Encorva la osamenta porque humillas
al temor, y buscamos travesías...
Se pide calma y ruegas de rodillas
Encallan pensamientos con sus dudas,
se sumerge la idea en la impotencia;
y, hay meses con el tiempo de ataduras,
que nos dan su retóricas de ciencia.
De todos modos, mueres... ¡Y qué importa!
¡Aquí no se permite permanencia!
A. E. Lattke V.
Preciosos y reales versos con uno final que estremece, pero que es verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
De todos modos, amigo, estremecemos en la vida por lo que amamos y ella, se estremece por perdernos al no sentirnos. Yo, aún siento a mi madre y reconozco que estremezco con su falta. Me preguntó si los rstremecimientos se heredan, pues a ella la pasaban. Espero que alguno de los míos me sienta así. Gracias Rafa. La melancolía no da para mucho más. Y mejor.
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