Estáis y se agradece

9/1/20

Colgada




Voy colgada del hilo de la vida,
al vaivén de mi tiempo desprovisto
del abrigo del mundo no previsto,
porque soy como soy, alma aturdida.
No me importa sentirme comedida
o vicaria del mismo Jesucristo;
repartida en la cruz de todo listo,
ayudando al Amor en cada herida.
No me creo una pizca de pendeja,
pero... sumo ya tres de atolondrada;
y si quieren, me añado: ¡majadera!
¡Y yo sé que sorprende tanta queja!
Es que pruebo una cosa desmadrada,
que un soneto termine en: pejiguera.
Porque, ir a dondequiera,
todos vamos subidos en el verso,
pero nadie se gana un universo.
*alv en: ''Ranita Azul"

6 comentarios:

  1. La sonrisa se mezcla con tus versos en este soneto.
    Un abrazo.

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  2. Me encanta leerte Elisa, había perdido tu blog.
    Saludos cordiales desde Québec.

    Lo importante es lo que dicte tu corazón y tu conciencia, porque
    "Porque, ir a dondequiera,
    todos vamos subidos en el verso,
    pero nadie se gana un universo.
    Abrazo

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    1. Gracias, Ceciely, ya ves cuando aparezco por estos lados. Eso me hace ver que mi vejez me retiene, atrapa y no sé como antes ser rápida y estar en todos lados. Cambiaré la foto pues creo que me veo joven, pero es que es un problema, debe ser mi cámara, no consigo salir vieja ¡Jajajajaj!

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  3. Ahhh y el dibujo representa muy bien tus emociones.
    chao

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    1. Gracias, los hago con el ratón y Paint. Es terapia para mis dedos artrósicos y para que se muevan.

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.