Estáis y se agradece

11/3/20

Mis horas

¡No hay más capital que logre
el milagro de tenerme;
por sentirme en alma y cuerpo
y aún, poder sostenerme!


Me gustaría, como antes,

hacer caso de mis horas;
contemplar un atardecer entusiasmada
mientras el sol se despide allá a lo lejos...
Y quedarme con la noche estrellada,
pensando que es toda mía.

A veces, la luna, me acompaña
y parece que consuela
y me hace sentir, que descansa su tiempo en mí misma;
como un axioma baldío, que se perdido entre neuronas,
acaso reclamando mi atención para confortarme.
Quisiera despedirme a tiempo de todo cuando llegue el día

Sí de todo,
mientras viajo dentro de mí y contemplar mi corazón;
ver cómo medito mientras miro a la luna en sus paseos.
Quizá, halle algúnos seres de cuento o fantásmas esperándome.
Y quiero sentirme dentro de mi Todo y de una vez callada.

Y, otras veces, creo, que la retórica tiene sus ganas de sofisterías y siento rabia;
porque estoy jugando con la mente, cuando en realidad,
¡desearía...jugar con el Amor al escondido!

Foto: alattkeva, desde mi atalaya

2 comentarios:

  1. Algo así quisiera para mis horas y de suyo es lo que persiguen muchas almas.
    Un abrazo y feliz jueves.

    ResponderEliminar
  2. Tú, no veas , Rafa, cómo se necesita decir lo que se siente a una nada que te sostiene y que no ves y sientes su iluminación . Y como digo, se juega con la nada y como un placebo te la aplicas y tan feliz. Gracias, Amigo por andar por estos caminos de charcas.

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.