En la cosecha del alma
los surcos llevan amor,
se riegan con el fervor
del esfuerzo y mucha calma.
Al sol, la vida se ensalma
para esperar resultado,
con todo lo ya sembrado
por si germina en la espera,
y vuelve la primavera
consiguiendo lo soñado.
El que siembra da ilusión
por lo mucho que trabaja,
y necesita su baja
en paz por jubilación.
Tiene preocupación,
mas sueña con su cosecha
y su semilla en la brecha,
ya es granero de su silo;
el ejemplo da un estilo
si se siembra con pasión.
Mas entre tanto proyecto,
su interés se va cambiando
y la cosecha agostando
con resultado incorrecto;
ve su labor en directo
demostrando otro futuro,
¿si su trabajo fue duro
y ve vana la labor,
por qué soñó con candor,
por algo tan inseguro?
alattkeva