Estáis y se agradece

29/3/10

Estrella perdida (Cuento verseado)









En el recodo del río
por un cruce de caminos,
circundaba fresca brisa
jugando con dos destinos.
Y entretenida en su canto

una rana en sus conciertos
las notas lanzaba al viento
entre croares y lágrimas.
Hipaba la pobre rana

ahogándose
 en sus suspiros,

desconsolada miraba
con sus ojos de zafiro.

...
Allí permanece en calma
de un ayer del otro tiempo;
luminaria que cayese
rodando por firmamento.
La olvidaron sus hermanas,
se hundió con luz allí dentro
y quiso el río desposarla
con ruidos de desconcierto.

Y ella, así se lo dijera:

Dame el cristal de unos ojos,
son de agua y miro por ellos
para que sepa a su luna
regalarle sus reflejos.
Porque soy de su luz, calor,
de la que nunca me alejo;
y aquí dentro de tu seno
a merced de la corriente
he encontrado maravillas,
cantos de rana por juncos
y en  tu caudal, mi remanso,
dos notas de claro amor
de lo profundo del alma;
 proyectándose en luces
iluminando su charca.
Aquí seré su misterio
en ruegos de su esperanza,
largueza de dos conciencias
fundidas dentro del agua.
...
Y el río, supo de fuente
cayose ya para siempre;
y, aún la luna ilumina
abrazada a su corriente.
Pera la rana que llora
y sigue hipando su croo,
aún no halla consuelo
porque le falta su amor.

*
Elisa en: Ranita Azul.
2009



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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.