Estáis y se agradece

24/4/10

Como el junco



Me siento como el junco florecido 
irguiéndose en la orilla de su dicha, 
en charca de la rana que le croa 
a luna reflejada que se riza… 
Con el viento invernal que le doblega 
es mi junco aguantando fuerte brisa; 
en piedras de rocallas que le abrazan 
abrigando su amor a su baliza. 


La vida es como junco florecido 
naciendo en las orillas que le crían, 
por las aguas amantes de las ranas, 
que se esconden en ellos y suspiran. 
Ellas aman el lecho de los ríos, 
ellas sienten los sueños que caminan, 
ellas sabes de piedras saturninas 
con azules de amor cuando se miran. 


Me siento como el junco florecido 
que se dobla feliz en su corriente, 
a la brisa que llega del poniente… 
por cálida alborada que le anima. 
El junco cimbreante también ama 
a sus aguas de arroyo cantarinas, 
que por surcos besándolas, anidan
exponiendo a los vientos noble rama. 




Elisa Lattke

2 comentarios:

  1. Como siempre, Ranita azul de mi alma, venir a nadar a tu charca es un deleite! Bellísimos todos estos pedacitos de tí: tus poemas.
    Un cariño fresquecito, rico, como esta mañana de primavera.

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  2. Las migajitas que Dios se deja en su mesa, las recoge una rana necesitada de su caricia, querida Alenka; como Él lo sabe se hace el tonto y siempre me descubre en la noche, cuando le miro desde debajo del mantel estrellado su cara de luna plateada.

    Elisa

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.