Avivo el fuego ¡Soplando en mí!
Buscando en las cenizas de los recuerdos fríos
de mi mundo en otro, en las huellas de las horas,
en el instante de memoria perdido en el rescoldo.
Mi eterno consciente, viajando en soledades.
El goce de mi espíritu echado a la intemperie
espera cada instante, habitar mis olvidos;
pero un tiempo inacabado de queja persistente
nos sopla las cenizas cegando sinsentidos.
Aviva lo indescriptible del tiempo de mi mente
por el cuerpo infinito de tiránica ausencia;
por mi mundo sin extremos, ni soles fugitivos
donde pausado el ánimo, esconde pensamientos.
No sé si el amor tiene mar de furias o de olvidos
o por su túnel paso hacia el dintel del cielo,
para sentir su mano y un corazón de niño
rozar las mías yerta, cuando nos quema el fuego.
Aviva otras dulzuras por mis manos abiertas
escribiendo mis versos en cristales azules,
volutas voluptuosas de sueños en el humo
en levedad de vientos allí donde me aludes.
Depuro ideas en pestañear de horizontes
y bebo los crepúsculos el tiempo tan pequeño,
escoria de otros mundos, guijarros del camino,
tropiezos por mi nada fallando al infinito.
Y vibro en la fusión de la herrumbrosa fragua
con mi arcilla golpeada en yunque por martillo.
Fluyendo desconciertos el alma se detiene
floreciendo en el espacio que me tiende el insomnio;
escanciando dos gotas... de unos ojos de ámbar
recorriendo temores, reflejándome en ellos.
¡En mi regazo el tiempo, sembrándose de estrellas!
24/4/10
3 comentarios:
¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.
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Hoy no vine a nadar. No quiero mover el agua. Sólo vine a reflejarme en el espejo de tu charca, y a dejarle un beso a la Ranita Azul de mi alma.
ResponderEliminarAlicia
¡Ooooh, mi querida Alenka!...dora, porque es como decir 'alentadora'.
ResponderEliminar¡Gracias por tu visita! Mi abrazo.
He descansado y me ha ido bien, aunque el domingo se ha presentado muy agitado en la charca. Vinieron libélulas y grillos. Ahora voy de marcha unos tres o cuatro Km, para dar de comer a una gata azul, pero si voy como 'rana', tardaré yendo a saltitos ¡Jajajaj! Un abrazo.
Elisa
El tiempo es el gran aliado de la esperanza. La vida centrifuga las ideas y saca de ellas una enseñanza efectiva pero igualmente afectiva, porque necesita de la esencia para consumirse en un chisporroteo de Amor.
ResponderEliminarUn abrazo. Tú, que estás ahí contemplado la luna en la charca e imaginando una rana perdida entre sus gemas. Eres un hallazgo en la eternidad del ciberespacio.
Mi abrazo. Elisa