Estáis y se agradece

3/4/10

Ella, soy yo

Ella, soy yo, claro, ¡quién más podría ser! Algunas cosas de ella le rondaban la cabeza. Le molestaba la simbiosis. La voz y el eco. Pero permitía este zarandeo de la imaginación controlando sus efectos. Sabía que la realidad era más sencilla y coherente, pero su percepción no le engañaba. Era tan iguales que le dio la vuelta al espejo y se quedó soprendida, ¡había otra y por lo tanto se la veía de espaldas!


Así que una tempestad de sueños resbaladizos se dejó caer por la rampa de sus desilusiones. Desesperados, les vio que luchaban entre sí por agarrarse a los bordes de sus pensamientos, pero todo estaba escurridizo por su mente que iban cayendo al vacío; no quería salvar ninguno, los dejó que cayeran. Hasta se atrevió a pisarles los dedos, así se desprendieron del todo adoloridos sin más remedio como unos parías atrevidos, sin destino fijo cayeron uno a uno hasta sumergirse en el sopor que da el alivio, después de tanto insomnio. 


¡Cómo se habían atrevido a asomarse a su mente! Son como lapas, se encostran e incrustan. Es que, su yo tan suyo y tan sano siempre, siendo ella una que parecen dos en estado de gracia natural, visión  de una misma reflejada, producto de su ayer en otra vida, le está haciendo mucho daño; la cosa es que le ha cogido ojeriza a una de ellas desde que le dio por albergar buenos pensamientos, aguantando todo lo que le eche su  imagen repetida, hasta sentir como machacaba lo  poco que quedaba del original: su verdadera realidad y experiencia, lo que trajo al mundo, su esencia. ¡Y todo por uno sólo, un miserable pensamiento rebelde que se escapó seducido por las palabras; que le dio por ser locuaz el muy traidor! ¿cómo pudo atreverse a romper lo más amado y maravilloso que le había dado la vida? ¡Amor! 


Ellos, las ideas o pensamientos tienen sus querencias y se vuelven recalcitrantes como los piojos con liendres. Son como las moscas de la fruta que terminan por ser larvas. Nunca dejan sus objetivos para lo que les criaron, es que son parte de lo mismo en su cultivo primigenio. De todos modos necesitó unos cuantos para que se hicieran buena  compañía, porque a quien se deben no se la hacen.  Les conoce muy bien. Ideó alguna excursión necesaria y, a su falta de fe que no les vendría mal,  por ver así si se organizaban y les vendría bien hacer  "El camino de Santiago".  Caminando estarían menos orondos y malvados, adelgazarían, quemarían grasas y mala leche, no siendo usurpadores de la tranquilidad o el bienestar del alma. 


Los pensamientos, para hacernos a una idea -decía la abuela Tulia-,  "son tan abundantes como el cabello de una mujer sana"....¡Y que lo diga! A la del espejo le sobra, tanto como sus ideas, las que ofenden, descriminan y dañan.
Puede que con el, cortado, le mermen y consiga estar por los hombros muy sueltas…, como caspa. Ya a Sansón cuando se lo cortaron le quitó fuelle al pobre y pasó lo que pasó, cuando le vino toda la fuerza. Puede que una corta melenita se recorten, desaparezcan por un tiempo, pero el cabello corto en cuerpos  delgados sí lucen y de todos los colores, pero las ideas... son muy suyas. No era descabellada la suya, valga la redundancia por la idea con pelos. De todos modos la melena tiene su cosa…, es como un mal pensamiento en borrasca o el rabo del viento huracanado donde agarrarse e ir arrastrando otros. Por eso hay que atarse la neurona rebelde que tiende a ondear en el aire, luego... ¡se sacude la muy… burra, como una perra con pulgas!


Bueno, estamos en un proceso de beatificación, ella y yo, dos en una; algunas cosas que no pensamos quieren desmelenarme o, ser ella o yo,  como 'un micro' con su propia voz. 
¡Palabra de un pensamiento que quiso ser algo!


 He vuelto a mirar por detrás del espejo y seguía dándome la espalda. La cosa es que se parecen... por detrás.




alattkeva
09

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.