me encaminé febril hacia la cumbre,
dejé vagar mi mente por la lumbre
de soleada arena de ensenada.
Un paso al frente y tu dolor ungido
con lluvia de mis ojos, derramada;
he conseguido en mi alma castigada
no olvidarme jamás lo que he querido.
Todo paso se da bajo este cielo
de noches ilusorias y estrelladas
¿y qué se queda cuando va acabando?
Convirtiendo la vida en un deshielo
nos volvemos por encima de sus huellas,
2010
Cada vez más grande tu charca, Ranita. Cada vez más grande el placer de venir a nadar en ella.
ResponderEliminarUn beso de Luna.
Un beso mi linda brujita del Sur.
ResponderEliminarSe hace lo que se puede dentro de una charca, incluso drenarla que de vez en cuando le viene bien a 'la fauna'...¡Jajajaja! No sea que crezcan más de la cuenta los microorganismos y se zampen a la ranita.
Te quiero. Gracias por tus palabras. Pero si me debes corregir o criticar, lo acepto. De ello estoy segura que se aprende. Ya lo creo, aunque cambie por un momento el color a la rana.
Elisa.