Estáis y se agradece

22/5/11

La Palabra en el Verso

 (Poética reflexión) 


*Sólo basta un suspiro para meditar sobre el fondo de su música, estremeciéndose en el trémolo de un beso que nos regala un poema. La naturaleza de su sentido circundante, ora aquí y allá, nos descubre desnudos ante las maravillosas sensaciones que depara; por no decir de su verdadera arquitectura en la que se habla y que en realidad es la más provocadora del celo que lo engalana. 

La palabra va alzándose radiante en su fuego creador que nos ilumina, con la idea de su autor que la conoce dando su caricia. De ella se desprenden pavesas de acordes magistrales en las embocaduras del alma, dejándose caer en compases exhalados de belleza, mientras despierta tonalidades en sus sintagmas que descubren el ritmo de los versos. Así, en su estructura la sopla la voz y se hace brisa convertida en viento,  recorriendo el tiempo que le confiere emoción en el recuerdo con algunas lágrimas; no sin antes haber florecido en vibraciones, formas visibles del lenguaje, dejándonos un rayo avasallador de impolutos sueños en el aire con el sonido dispersándose como el polen. 

Acogeremos con miradas la lectura que tienen los impulsos de los pensamientos, cuando la palabra es reina majestuosa que vuela en el jardín de los anhelos, por ella insecto mariposa. Dejaremos que se posen sus versos como lo que son en la imaginación de su autor,  atraídos en el néctar de las flores que brinda los estambres del pensamiento... ¡Oh de la imaginación sacudiendo sus alas, dejándonos el arrebatador sentido de lo que nos transmiten, pues sedientos estamos de belleza para sentir con ella la esencia de nuestra alma!*





A. Elisa Lattke V. 

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.