Estáis y se agradece

27/8/11

Mi flor de sentencias


No sé si estoy en cualquier atardecer
o en la misma morada de mi ocaso.
Se hace turbio el pensamiento cuando las intenciones
se deshilachan en palabras, juraría sentir otra cosa
cuando me siento en la profundidad de tu abismo
¡y cede con furia a mis pisadas!
...
Comprendo a mis años la vida
y las distancias guardianas de la Verdad
como del firme sentimiento para avanzar a tu tiempo.

Nada se pasa por alto,
nada cae en el vacío
pero si hay humildad se la debo a la experiencia.

Se agita el mar de mi norte y es infinito 
entendiendo sus cambios en el oleaje del sur;
en el dolor que separa su abisal corazón.
No quiero hacer preguntas
cuando me sabes de aire y me respiras.
Duele tanta cordura plañidera que no justifica la locura del silencio.

Desde que somos seres humanos en este mundo
la torpeza nos acompaña a todos, tanto como los sueños;
y tú y yo, a pesar de lo que separa con rabia,
sabemos perfectamente del peregrinaje del alma
en cada renglón que amamanta la poesía,
y como ella se resuelve en vaguedades sin ser directa,
nunca habla más de lo justo y deja al libre albedrío el pensamiento
aunque diga lo que siente, se refugia en sus metáforas.

Por eso sé que también las rosas, si hablaran, no morirían.
y se conservan marchitas con toda su aroma... Tu esencia.
Hoy me acongoja el límite y la puerta de un jardín cerrado 
¡y lamento ser juzgada cuando se ha quedado mi alma dentro de una corola!
Recuerda que las mariposas azules no abundan en los bosques de una rana
pero sí son felices cuando las cautiva una rosa.


Elisa

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.