Oiga, mire, vea...

-La vida sigue tal como ella se presenta con su traje nuevo o viejo, sus más y sus menos y hasta las ganas de mirarnos a la cara cantando las cuarenta si le parece, todo lo hace por culpa de las otras, sola no se atrevería a ser tan osada con quien las pare. 

-Ella puede ser llevadera si es dócil, amansada y temerosa. Va, y está advertida. Pero desde todos los tiempos conocidos sigue con su venda en los ojos. 

Por eso hay vidas de quita y pon y de... "¡ponte a un lado que estoy yo o, se hace lo que yo digo o, como digas algo te mato!"...

Pero la Vida en la vida de todos, la individual, se obceca bastante y quiere se ella misma, se ve su ombligo y le encanta que la halaguen; puede darse de tonta o de lista y nos sorprende por lo uno u lo otro, aunque ser imbécil es de todas. Y pasar por ser esto u lo otro sin ser es lo que más se da... 

Algunas vidas cuando se hacen mayores reciben más de 'un palo', algunas se los merecen y a otras les hacen falta, aunque sea ella lo que nos pasa a diario por ser vida, apenas nos quejamos por estar acostumbrados a verla todos los días exigiendo sus necesidades y ya nos acostumbramos, tanto si pasa vestida de domingo o verla reflejada en los otros y eso consuela, hay diferencias en altura, peso, belleza y medios, así de pendejas son casi todas; y, como una más que cree en los cambios de quienes se los prometen sigue creyendo que todo es como creen otros que es y no, como ella debe pensar que debió ser o debe ser desde que se lo piensa; así que la pobre falta de fuerza y de criterios propios cae en el agujero porque no ve. Si es que siempre va de sabelotodo y esperanzada hablando más de la cuenta o contando sus proyectos, que siempre son las promesas de otros que no e cumplirán nunca, ¡pobre ilusa! 

La convence siempre el que lleva la voz cantante y más de lo mismo, que siempre suele ser el que piensa por ella al dejarse seducir o llevar de sus vanas promesas, creyendo en sueños ajenos o en los cuentos de todos los días de lo que le cuentan y prometen; donde actúa el de la máscara de corazón negro: mentiroso compulsivo, desequilibrado y enfermo, que por su mala suerte  tropezó y hallo a uno de tantos manipuladores, oportunistas y bellacos que abundan en la sociedad humana. Pues la vida se deja cuentear del más listo y no termina de madurar aunque le salgan juanetes y tropiece con sus propios pies; pero ella sabe perfectamente dónde se la llevan cuando no piensa por ella y es aconsejada, aunque sea a su propia perdición y sea crea "que es muy suya", está perdida. 

Sí, suele ser muy majadera y no aprendió a alzar los pies a tiempo porque no supo que tenía alas. Hay vidas atenazadas por el terror ante los que ostentan un puesto de poder utilizándolas y gobernándolas y ejerciendo su control, "atando corto" sus realidades con su chantaje, anulando un futuro mejor si pudieron deshacerse de sus lazos a tiempo u otra esperanza tangible para ser felices, porque quien las acosa las acostumbra a servirse de sus propias debilidades y de sus vicios, corrompiendo vidas que en su principio eran buenas y sanas. y consiguen que sean exactas a las suyas, como su trasero. Las pobres existencias se auto compadecen pensando que no quieren dar problemas, pero no es así cuando no piden ayuda; es por temor a las represalias de tanto desquiciado que se cree dueño de sus realidades y las ata la lengua con sus amenazas y eso les produce terror a ellos porque son unos cobardes y temen ser denunciados o  descubiertos como canallas y abominables seres.  La miseria mental de quienes manipulan a otras vidas está a la orden del día y sobra en en esta sociedad por desgracia, bien pocos se liberan de su mala influencia hasta en la enseñanza. Aunque por conocerse se mira a sí misma y ni se esconde avergonzada, por eso prefiere tener otra vida que le crea y la induce al error para poder que no se le vaya y sea su cómplice, sólo así mantienen distancias, ellas se lo guisan y se lo comen y hacen su papel de gente normal. 

A estos manipuladores y oportunistas que roban la tranquilidad de las familias, les llaman "enfermos de la mente, desquiciados, psicópatas con síndromes de alteración de la personalidad, "bipolares", suelen ser alcohólicos en muchos casos. Se sienten especiales ante el resto y hasta les tenemos como políticos, algunos se convierten en dictadores, dioses intocables que se burlan de la sociedad hasta que van a chirona cuando se cargan la vida que han conseguido controlar amedrentando. Los miserables nunca son culpables de nada, son sus víctimas y porque lo han hecho "por enajenación mental" Siempre están en tratamiento, pero hay vidas sanas que, aún sabiendo de lo que padecen se sienten cómodas bajo el techo que las acoge y consiguen asimilar sus males hasta el punto de creer que son como ellos, unas enfermas; porque en su necesidad de escapar de estos desquiciados estas pobres vidas se resignan y pierden la dignidad acosadas a diario por estos demonios. Los que trasgreden el orden natural de lo digno y sano, rompiendo las de sus familias. 

Cuando las asediaban siendo aún zangolotinas, con mil artilugios de mentiras por ser inexpertas, les empezaron a controlan las hipófisis de los adolescentes, retrasando su crecimiento psíquico para acomodarlas a sus ideas modificando sus criterios y haciéndolos ambivalentes a sus deseos sin saber qué en realidad es lo que desean, pues ellos manipulan a diario los mismos. El futuro lo tienen a medida de los deseos de su manipulador que en realidad se convierte en un explotador de sus emociones, pero no suelen llamarlos así, sino, "amor de la vida", su único ser de confianza que les asegura un futuro digno y seguro; y por querer explotar su impericia y la inocencia las condenan a vivir como ellos desean. 

La vida que lo intuye y sabe, siempre ve toda injusticia pero también fue víctima del mismo cuentista que observaba a su presa. De nada le vale corregir, vociferar, callar, arrepentirse, rebelarse, cargarse la tranquilidad de otros por buscar la forma de ayudar, haciendo algo que rompa tan nefastos lazos. Su sufrimiento no es tomado en cuenta y termina por hundirse, tanto como la que ha caído en garras del mismo diablo; porque en la vida de cada cual cada ser es dueño de su futuro "por ser mayor de edad", pero hay que advertir sobre el camino que lleva, pero eso le llaman "meterse en la vida ajena". El resultado siempre es el que sorprende a quien se defiende del que la defendía, pero es demasiado tarde para saber que tenía razón.

Así llegamos a viejos y, aunque no nos guste, de todos modos se muere la vida o en vida. Es más de lo mismo y no debería sorprendernos, ella es sumisa a su destino por ser como es y hasta bien majadera. Digamos lo que digamos o quisiéramos decir es injusta y acusa; porque cada diablo anda con su abogado corrupto por el mundo, el que gana juicios a cambio de un buen porcentaje sin importarle la parte perdedora. Y, confundida, vocifera manipulada por la mentira en contra de quien defiende su futuro con tranquilidad, la paz que dice buscar, sus proyectos... pero siempre se enfrenta a los que más la aman para defender a quien le ha dado una vida canalla, de todos modos debe ser agradecida que "sarna con gusto no pica..."¡Y no son vidas de locos, enfermos ni desquiciados con tratamiento!"...

 Así que, oiga, mire, vea: Las vidas escogen su camino y piensan o meditan que,  es mejor envejecer útil a ellas, porque lo hecho ya no tiene vuelta atrás cuando cada una es como es, ¡y allá que las zurzan a todas que ya está bien de que den tanta vida unas para que otras sean unas malagradecidas, que les den a todas! 

Elisa