Nadie que sea serio y sensato alcanza o pisa a propósito el calcañar del que busca su espacio o desea volar por su cuenta, sólo los canallas frenan el crecimiento de otros seres o, es el tiempo que lo desgarra y le detiene.
A los primeros a la pira, pero al tiempo se le da un abrazo si no se puede hacer nada más si llega el momento... Pero nunca pierdas la esperanza si están vivo.
Se tiene la sensación por este mundo
de no ser más que lo que va quedando del ayer.
¡Lo es!
Los jóvenes a sus cosas y los viejos, van pasando
con sus palabras que se secan al viento.
-¡Ya recogerán la cosecha y secarán sus lágrimas!-
Quedan las conciencias buscando silencios
con la vida arañando algún céntimo más de aire.
En la percha donde se cuelga el ropaje del mundo
se abandona al azar el tiempo propio, su osamenta.
Si examináramos lo que queda de la misma
se vería reflejada la energía que la conduce...
¡Nunca se está por nada!
Sin embargo late un corazón por alguna parte.
...Camina.
Abriga pensamientos echados a la intemperie de sus días;
poco importa si se le olvida o si otros los recogen al azar como dádiva.
Van desnudos y se estremecen en las madrugadas, temen a las noches.
Buscan la luz solar, sentirse vivos en los sumideros de otros ojos...
Todos piensan de la misma forma, sus cavilaciones no cambian.
Los túneles que les llevan aún, no son lo suficiente largos
para salir a la claridad de los días y los libere a todos.
El culpable observa y se ríe no sólo de ellos...
Los rayos de la luna les acogen
y se remansa bajo sus fuentes de agua.
Los juncos crecen con cada uno de sus suspiros
y los ojos del amor forman círculos sobre los estanques
...
Si caen mis poemas como las hojas de otoño
todo será como la vida, un trémulo temblor en el Cosmos
pero ella se puede ir o apagar para siempre, ¡y qué!
Aunque por momentos cree que está, se deja ver.
Permanece hasta que se canse y sea por fin ella misma.
Siempre pasa algo bajo la bóveda celeste
cuando la palabra lubrica el cuerpo de la estrofa
denudándola al mundo, pero tímida y pudorosa
es incapaz de presentarse a la misión que le damos.
¡A la viva voz de sus flaquezas riendo de sus osadías!
Mañana, sobre el estanque... pasará el sol de largo
y no importa lo que suceda bajo el limo mientras sea otoño.
¡Ah, aún se respira bajo esta bóveda...
y la loba no ha terminado su misión de ser madre!
Elisa
Además de seguir siempre tus letras, he estado disfrutando de tu pintura Elisa, tanto aquí como en el otro blog, eres una creadora genial.
ResponderEliminarPor cierto, en la Charca, la música que está detrás de tus ojos, la página no sale.
No sé si será un problema mío o no. Sería mejor que revisaras.
Besos mi Ranita Azul