Las torrijas de mi ayuno
Este tiempo dulzón de los insectos, es como las torrijas de la Semana Mayor y me quedo pensando en el ayuno... ¿Cuál, qué ayuno? Y por lo golosa que soy me pierdo en la cocina en busca de lo que guardo... ¡y eso de las dietas y el verano con sus kilos...al diablo!
Ah, si ya es lo de menos, me digo, y voy a buscar de mi plato favorito de primavera y hago 'ayuno' pues el Amor lo necesita y, como una abeja golosa me pongo encima de esa hermosa flor de harina de pan impregnada de miel, leche, anís, canela y huevos batidos...¡Ah, que delicioso néctar!
Pero son esos pecadillos que me permito de vez en cuando que a mis años ya no se lleva lucir palmito... ¿O, sí?
Pero una es como los insectos y no puede aguantar el dulce aroma de los buenos postres y encima dicen que hay que hacer penitencia... ¡Que se lo digan a la madre superiora! Eso es lo que yo me digo... ¡y a zampar!
Ssssschiss, no digan nada, que me las comí todas mientras miraba y escuchaba este precioso vídeo sentada al lado de las margaritas. Bueno, es ilusión y nostalgia pues no tengo los mismos Kilos de antes pero los recuerdos también engordan si se terminan las torrijas en el plato.
Disfruten de esta música. Hoy me he quejado al amor, la vida y al tiempo mientras miro un bastón que tengo al lado.
Elisa
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.