por ser yo misma
O de no ser lo que se espera,
pero esta soy yo.
Me gusto sin apagones de energía,
es que no tengo ganas de fastidiar mi rato,
de romperme 'las alas' ante la injusticia.
¡Ah, que bueno ser de tierra adentro
en mis adentros, y cómo se ilumina mi estancia
al constatar el barro del que estamos hechos!
La edad nos ata a todo.
Nos ata como el amor ata la cabeza
y viajas siempre con el corazón demente, pero bien atado.
Eres un poco como la piedra del camino,
donde todos desean sentarse cansados o cansadísimos.
"¡Ah qué bonito es el paisaje!"... -comentan...
"¡Qué bonito, ...es verdad!"
Y la piedra que recibe a tanto culo cansado, calla.
...
Nos somete el amor. ¡Nos ata!
La piedra es como una posada en el camino...
¡Ah, y qué posada tan llena de ternura, no se queja!
A cambio siempre aguanta por 'inerte' lo mismo.
...
Estos nudos del tiempo son de la vida
y la muerte es la dueña cardando la lana.
No se nos olvide.
-¡La bruta teje con ella punto pelota!-
Queda siempre un recurso, un fin señalado, una meta;
un no sé dónde y algún quizá mañana o tal vez...
Pero miramos para otro lado.
Hay una lección más que cumplir y cuesta vernos aún en el aula,
en el mismo pupitre de madera, con la pizarra delante
y el mismo libro para la izquierda y la derecha.
Ese es el derecho y la igualdad que se pide
y alguna 'pelotilla de papel viajera' que pasa de vez en cuando
y esas sonrisitas de siempre.
Hoy me ha dado por pensar viendo el ventanal.
¡Hay tanta luz en el aula que necesito salir a jugar!
"Dichosa la frase: "estoy desnuda de tiempo"
He envejecido viendo problemas que no superan los que saben...
-¡Amén!
¡Ah, debo escribir esto cien veces como castigo:
"Mi rebeldía ofende a Dios"
Aún, me duelen las manos de los reglazos.
...
Aún me digo: Elisa, no has terminado de aprender la lección,
el mundo aún se te resiste, no juegues con el tiempo".
¿Oye, pero alguno ha aprendido algo?... -Sólo pregunto.
¿Sabes, Dios? ...
¡Ahueco las alas con el pico cerrado,
me gustaría estar en su nido!
Elisa en su: "El Ruiseñor"
Remenbranzas de vida; en ellas siempre hay algo bello digno de recuerdo y otros de olvido.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa Mará Milleiro
Así es Rosa, rememorar es una forma de ir olvidando ciertas cosas alejadas en el tiempo y otras se acercan para abrazarlas, incluso añoramos hasta los reglazos ...¡Éramos aún niñas llenas de vitalidad, de sueños de ganas de disfrutar de la vida que aún teníamos por delante y cuánta nos creíamos! Ahora se ha convertido en unas pocas briznas de arena adheridas a los dedos, algo es algo. Gracias. Un beso.
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