Sigo caminando ¿Te parece?

Sigo caminando, ¿te parece, Alma? Sé que poco he de importar a ciertos años lo que haga, ¡ah, si supiésemos de la esencia real que tú te llevas! Sí, eso quizá seamos todos los que pensemos que es lo mejor de lo guarda su interior por la tanta vida y energía que llevan nuestros pensamientos, así discurre la misma por otras calles de ciudades interiores, caminamos sin saber o sabiendo donde nos dirigimos; a veces con el temor de descubrir lo bello o lo malo entre tantos Km andados, pero desde el mismo punto cero en que empezamos y donde tuvimos una pequeña o gran historia que marcó el futuro. Buena o mala es lo que nos da un resultado. Muchas veces sedientos de otra realidad que se añora o... abiertos a la que puede ser parte de algún sueño inesperado pero, ¡por Dios, que sea positivo que estamos hartos  de tanta maldita hipocresía!

Leo a mis amigos de letras y aficiones y no sólo a los que escriben bien y están consagrados. También me satisface casi todo lo que leo pero sigo leyendo a esos que me abren otros canales de energía espiritual, dándome estímulos y aprendiendo cómo aguantar el dolor de cada día cuando lo hay por lo que causan ciertas injusticias.

Esto que dejo forma parte de  esos seres impensables pero sí explicables, una trilogía que estoy haciendo con ayuda de 'mi profesora de Lengua', porque hasta eso debo de tener a mis años para sentir que la palabra forma parte de mi herencia en esta fusión de vida que me debo; y fiel hago de la misma un disfrute. Se hace menos daño siendo póstuma esa publicación, un regalo a la familia, a los amigos. Esos que siempre me sugieren un mundo diferente donde soy algo más  y no parte de lo que se espera... Es como ir de forma paralela a la realidad de quien camina por la misma ciudad pero con otras preocupaciones mientras  piensas, meditas, se mira lo que rodea pero sintiendo su mundo interior con el peso de su tiempo y no de la edad que ese es otro... Aunque sean más prosaicos los temas de cada vida, son siempre una parte de su universo visible, felices por ser de los escasos momentos pues son más los de la angustia, porque los del alma no siempre se enseñan a la luz de otros ojos. Los únicos que nadie debe robar y yo, me he fijado dentro en algunos.

Seguiré caminando mientras las ciudades interiores me brindan su paisajes diferentes, sus 'miradas oblicuas' en sus gentes, las luces de media noche con sus cambios y, a ratos, me lleva un lucero al alba.  Disfruto pero también me preocupo, siento, comprendo y veo que todos convergemos al final en ese punto donde el frío se hace temblor. Y desea que nos tiendan una mano, lo agradecemos, no lo olvidamos y bendecimos la misma; mas el terror deja a los corazones  mancos; quizás se diga que la mordimos o despreciamos pero se sabe perfectamente que la besábamos  y nos la arrebatan llenos de ira. Tampoco sabemos mucho de los porqué...Sólo intuimos que el fallo no es nuestro y está en las creencias y las políticas con sus doctrinas. 

Es que una se imagina en 'su cruz ya vacía' y como ser humano volviendo a sentirse resucitado, libre si es posible pero consciente de lo que necesitó saber mientras predicaba la Verdad, para seguir creyendo que no fue inútil.

Elisa