escuchas el murmullo del universo
y es como un eco.
Hay dos formas de ver la existencia
dentro y fuera de nosotros
y siempre en su eterno litigio
los hemisferios se conectan a la vida.
Se extralimitan en los silencios,
vas tan lejos que dejas que no penetre nada diferente
y, ella, pone sus labios para besar inciertas lejanías
Nos abraza a ratos y creemos que existe y es tangible.
Nada supone un riesgo pero se trae el vaho de las estrellas.
Por eso si me hallo en mí,
me acumulo
para sentir que no estoy dispersa,
por eso intento echar a volar mis pensamientos
¡y no sé qué ha sido de ellos y por qué sigo esperando!
Alguna vez dejaré de ser
y no estaré para buscar tu corazón de mapamundi.
A. Elisa L.
Precisamente, en la soledad y el silencio de la noche, los pensamientos vuelan mejor y más libres.
ResponderEliminarUn abrazo.