Este poema lo hice a la Violencia de Género y lo dediqué a todas las que lo sufren en silencio, a las que creyeron en el amor de su pareja.
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Algún día dejo de andar a rastras
regalando mis nobles pensamientos,
con el sano y sensato que me eleva
sabiendo ingratitud al sentimiento.
Algún día la mujer de carne y hueso
sólo será una sombra que ha pasado;
un espectro que duerme en el recuerdo
muy lejos de sentirse amenazado.
En el retorno cuando incita el sueño
velamos Amor en altar de dioses;
y quizá no escuchamos al riachuelo
su mensaje real llevando voces.
…Esas que deambulan por las almas
a la espera del beso y del abrazo,
las que lloran sentirse sin la vida
anhelando el retorno a su pasado.
Cuando vuelva el Amor de alguna parte
libre de energías encadenadas,
¡Evitaré a iluso mensajero
siendo yo, quien lo mate con palabras!
A. Elisa Lattke V.
09 mar. 09
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¡Ojalá las palabras sirvieran para vencer tanta violencia cruel e innecesaria...!
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizá nos haga falta un verdadero enviado de Dios y cambie la dirección de este mundo, Rafa.
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