El tráfico de las palabras
nos hace esclavos de las interpretaciones. *alv
Hay un corpus que reclama mi equilibrio
y se lo debo a los años de mi fe.
Una creencia que no solamente es virtud,
si se tiene por confianza y seguridad.
Sinceramente, una, se descubre dentro
mirando lo que lee o escucha
y, para no perderse en posibles llamas,
me hago un puñado de brasas encendidas,
-eso sí, con su pizca de incienso.
Como luz humeante purificando mi ser
se aromatiza el aire que respiro.
¡Es que a veces nos falta
beber algunos vientos
para sentirnos vivos!
alattkeva
¡Qué razón tienes...!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.