Y soy como el sujeto que tiene su propia oración.
Una no verbal y sí la que mueve el ánimo,
la más serena jaculatoria mental en el fluir de mi tiempo,
a través de las horas;
dejando caer los minutos en los adentros.
Sin el influjo de las cadencias
o del ritmo que la rima,
o del ritmo que la rima,
predominando el verso libre y desplegando las velas del poema.
Porque, en el interludio, quien sopla las ideas soy yo.
Porque, en el interludio, quien sopla las ideas soy yo.
Avanzo con mi verbo,
y soy la que pienso entre una cosa u otra,
porque la mente no se para
porque la mente no se para
y el gerundio se anima a no seguir esperando...
Pensando que, queriendo, se puede imaginar...
¡Amando!
Esa es mi oración, breve y fervorosa.
Australia Elisa Lattke Valencia
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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.