Estáis y se agradece

21/2/21

Me gusta lo que digo...

* Me gusta lo que digo...
Pero como todo, importa menos.
Soy una 'rana' aficionada a las Letras, 
especie invasora.
Y esa cosas mías asedian la intimidad
de cualquier nota al margen;
anidan en los versos de papelera
y de noche croan soledades.
No dejan dormir a las engreídas
y mundanas estrellas.

Dibujo: alattkeva

Hay palabras interrogativas 
por mis versos traviesos, no lo dudo;
¿será que la luna se mece
por las estrofas y se sienta en los aleros
de los palacios del medievo,
invitando a los gatos a su regazo
mientras lee poemas?

Me gusta lo que digo...
Como saber que ya no tengo futuro
y que la vida para mí "está como ausente",
o que, un hipérbaton se pasea
 "del salón en el ángulo oscuro"...
O sale del cajón del armario buscando un secreto escondido.
Disfrutas mientras haces el verso.
¡Te lo figuras al incauto que no supo que lo espiaban!
Como me entiendo por esos instantes cerebrales de un símil,
viendo que mis versos se precipitan al vacío y... caen ... ¡caen!
Si, caen sobre todas las circunstancias enloquecidas,
sin que pueda yo, -su autora-, 
remediar el disgusto con un pasaje de avión a ninguna parte.

Los poemas no sienten vergüenza
de contarnos lo que sienten
o tener un dueño
 que diga lo que piensa su autor;
porque en esas locuras se sacuden las neuronas rebeldes;
es que "ni sienten ni padecen" 
son como arroyos imparables.
Ellos, los versos, nos tocan el alma o nos tranquilizan, 
invitando a tomar café,
aunque paguemos su 'carajillo'.
Y en esas tardes de dulces nostalgias
podemos desquitamos,
 lanzando un apóstrofe de amor a su cara
y se lo toman como diversión;
porque eres caricia que los calma. 

¡Ah,  a ellos les gusta lo que digo! 
***
  alattkeva

1 comentario:

  1. Tus versos siempre destilan vida y poesía, no lo olvides nunca.
    Un abrazo.

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¡Gracias por tu visita! Se sincero siempre no necesitas para ello excederte, sólo estimular a quien lo hace bien. Juzga la labor tanto si es escrita como si es un dibujo o pintura de su autora si la hubiese. Muchas veces entramos a un sitio y no hallamos lo que queremos... Es como quien busca sin suerte y entra en un castillo cuya figura se yergue en el paisaje. Es hermoso ver e imaginar detrás de sus muros lo que hay; pero ya dentro no existe nada y todo ha desaparecido a través del tiempo y se adueña el cacío, están sólo sus muros llenos de tristeza y de sombras, entonces nos queda la imaginación para sentir que cada día mientras esté de pie la luz solar o el firmamento lo llenará de estrellas o de luna de su ayer. A veces somos así algunos seres humanos, como un recuerdo que se escapa dentro de nosotros hacia lo que no existe bajo su techo y sabe permanecer en el corazón de todo universo. Ranita.